«Son muy buenas. Ojalá fueran mis perritas», comenta Judith, de cinco años, a Candela y a Adrián, de seis, mientras los tres observan con arrobo a Nara y Nica, que reposan tranquilas sobre el suelo del patio del colegio Portal Nou. Los niños están entusiasmados con la visita de las labradoras, que forman parte del programa de terapia canina inclusiva que impulsan la asociación Argos y Motiva. También Paulina López, la directora del centro, está encantada con estas terapeutas de cuatro patas y con el regreso de este proyecto educativo basado en el método Pellitero bautizado como ‘Al final de la correa’.
La sesiones de terapia canina inclusiva comenzaron en Portal Nou en 2019 con Nara, pero con la pandemia se tuvieron que interrumpir. «El primer año la experiencia fue muy positiva, no solo para los niños que recibieron directamente la terapia sino también para el resto del alumnado, por eso estábamos deseando repetirla», asegura López de este programa, que busca principalmente motivar y estimular a los alumnos con diversidad funcional y favorecer su inclusión.
El pasado 19 de octubre, explica la directora del colegio, se retomaron las sesiones incorporando un nuevo fichaje, Nica, una cachorra de siete meses de color marrón café.
«Nica estuvo en la Escuela de Formación del Perro de Asistencia en Asturias y ahora completará su aprendizaje en las Pitiusas con el apoyo de una adulta moderadora, Nara, y también con la ayuda de los propios alumnos», explica Belén Arganza, directora de Motiva y especialista en intervenciones asistidas con perros. La instrucción que reciben los canes de asistencia dura en total 850 horas. «Trabajamos con las propias destrezas naturales del perro y lo que hacemos es que aquellas que son significativas para la ayuda que queremos proporcionar las reforzamos. No empleamos para ello chucherías», explica Arganza.
Esta instructora de perros de asistencia subraya los beneficios del programa de terapia canina inclusiva para sus usuarios. «El perro puede actuar como motivador, dinamizador o modulador, según los casos, para trabajar aspectos como la expresión de las emociones, el control de la conducta o la estimulación lingüística del alumno. Es un programa basado en las necesidades de las personas», detalla. La terapeuta canina recibe unas pautas para cada caso y crea un entorno de aprendizaje lúdico «totalmente diferente». «Los niños muchas veces no se dan cuenta de que estás trabajando con ellos porque parece un juego y así es mucho más fácil conseguir los objetivos», señala.
«Lo mejor es que es una actividad que involucra a toda la clase y que se plantea como algo motivador y lúdico», destaca Paulina López sobre estas sesiones que en Portal Nou «benefician directamente a ocho niños e indirectamente a todo el centro».
Este colegio de Ibiza no es el único centro educativo de la isla que lleva a cabo este programa de terapia canina inclusiva. Este curso también se han apuntado a la iniciativa «el colegio Guillem de Montgrí, en Sant Antoni; un centro de enseñanza de Santa Gertrudis y en Formentera, los colegios Mestre Lluís Andreu y Virgen Milagrosa y el instituto Marc Ferrer», enumera Arganza.
La terapeuta canina y Emma Torres Allen, impulsora del proyecto, remarcan que este programa es posible gracias a la financiación de la Fundación Abel Matutes y la Fundación La Caixa y, en el caso de Formentera, también al apoyo económico de Opium Formentera, Sa Garrafa, És Bàsic y Es Molí de Sal.
Más apoyo económico
El director del Área de Negocio de CaixaBank en Ibiza y Formentera, Carles Verde, que está en la presentación del nuevo fichaje del proyecto en representación de la Fundación La Caixa, destaca que se trata de «una excelente iniciativa social».
Según los datos aportados por Arganza, «el presupuesto del programa de este año es de 7.000 euros». Emma Torres hace un llamamiento al Gobierno y a la conselleria balear de Educación para que este programa «forma parte del sistema de becas».
La directora de Motiva confía en que en los próximos años este programa siga creciendo y más centros educativos se sumen a él. Asimismo, destaca que este curso se ha incorporado al equipo de terapia canina Vero Barrios y que es posible que en las próximas semanas entre a trabajar una nueva terapeuta.
