El Consell de Govern dio ayer un paso más hacia la recuperación de la normalidad prepandémica. Las restricciones se reducen al mínimo en Ibiza y Formentera y también en Mallorca, ya que se sitúan en el nivel 1 de alerta, y prácticamente se suprimen en su totalidad en Menorca, única isla que se beneficia del nivel 0.
A partir de hoy, se terminan las limitaciones de horarios en el sector de la restauración, siempre que se pueda mantener la distancia de 1,5 metros. También se eliminan las restricciones de aforo en estos negocios, donde la única prohibición que se mantiene es la de fumar en las terrazas y poner barras en la calle.
«El éxito de la vacunación, con la inmunización del 81% de la población diana, y los buenos datos sobre la evolución de la enfermedad, nos permite situarnos en un marco de normalidad muy avanzada», dijo ayer el portavoz del Govern balear, Iago Negueruela, durante la rueda de prensa en la que presentó estas medidas.
Fumadores estáticos
La normativa prohíbe, de facto, fumar en la vía pública, ya que aunque permite hacerlo «cuando se pueda asegurar que se mantiene una distancia mínima de dos metros con otras personas», prohíbe fumar «cuando se esté en deambulación», es decir, paseando. Por tanto, un estricto cumplimiento de la normativa sólo permite fumar en la calle si se está parado.
La mascarilla sigue siendo obligatoria en interiores. Se permite, en general, un aforo del 100% en establecimientos y locales abiertos al público, pero con la obligación de la presencia de equipos de renovación del aire y de medidores de CO2 en establecimientos clasificados de alto riesgo, como los de restauración, ocio nocturno, clubes de jubilados, gimnasios y centros comerciales.
Sin baile ni barras
Las buenas noticias no alcanzan a todo el mundo, ya que la oferta de ocio nocturno sigue limitada, prácticamente, a las discotecas. Así, se mantiene la prohibición del baile en los bares de copas y en los cafés conciertos, tanto en interiores como en exteriores. En los bares de copas se prohíbe también el consumo en barra y se mantiene la obligación de permanecer sentados en las mesas. Estas restricciones no se aplican en Menorca, gracias a que se encuentra en el nivel 0.
También se mantiene la prohibición de poner barras de bebidas en la vía pública, un elemento que en el mundo anterior a la pandemía era característico en las fiestas patronales. El baile tampoco se permite en este contexto de fiestas populares.
Estas medidas se presentaron ayer tras la reunión que la presidenta del Govern, Francina Armengol, mantuvo con la Mesa del Diálogo Social y los presidentes de los consells insulares para analizar la evolución de la pandemia en Balears.
Conciertos de 1.000 personas y aforo del 80% en teatros cerrados
La relajación de las restricciones alcanzan diversos aspectos de la vida cotidiana, como la actividad deportiva y cultural, y a espacios como las residencias y los clubes de jubilados.
En las residencias se elimina la limitación a una sola persona en el acompañamiento a personas que «se encuentran en el proceso final de su vida». También se permite, a partir de hoy, las visitas en las habitaciones.
En los gimnasios se elimina la limitación de aforo pero se mantiene la obligatoriedad de la mascarilla en las salas de musculación y de actividades dirigidas. Se establece un máximo de 30 personas en entrenamiento para deportes en campo, de 20 personas en pista y de 10 en los deportes de contacto. Se permiten sin necesidad de autorización previa las competiciones en exteriores de menos de 3.000 participantes.
En los actos culturales se permite un aforo del 80% en interiores, aunque se abre la posibilidad de aumentar aforo con autorización previa. El aforo es ya de un 100% en exteriores. En el caso de los conciertos, se permite un máximo de 1.000 personas de pie como público aunque, en este caso, se mantienen las normas sobre el uso de mascarilla y la obligación de separar a los que siguen la música del espacio donde se consumen las bebidas.
En los centros para personas mayores se elimina la obligatoriedad de la distancia de seguridad ampliada, y se mantiene el uso de la mascarilla en aquellas actividades en las que no sea posible mantener la distancia de seguridad.
Respecto al uso de las mascarillas en los patios de los centros escolares por parte de los alumnos de Primaria, Negueruela explicó que el Govern es partidario de derogar la obligación «cuando la situación sanitaria nos lo permita», y que esta decisión compete a la comisión interterritorial entre el Ministerio y las comunidades autónomas.
