La tormenta que comenzó en la madrugada de ayer y se prolongó durante todo el día provocó varias inundaciones, la saturación en el sistema de alcantarillado de la ciudad de Ibiza, atascos y cortes en las carreteras y el caos en algunas zonas de la isla.
En la autovía de Sant Antoni en sentido a Ibiza, se inundó el carril derecho entre la PK 5 y PK 7 y en Cala de Bou se tuvo que cortar la avenida de es Caló entre las calles Granada y Castelló. No fue la única vía afectada en Sant Josep: en la autovía del aeropuerto se produjeron cortes a la altura de Can Fonoll, en la rotonda de ses Salines se tuvo que desviar el tráfico en el ramal superior en ambos sentidos y en el camí de es Vedrà i es Vedranell, en es Cubells, hubo pequeños desprendimientos que llenaron la vía de piedras y tierra.
En Santa Eulària, en la carretera de Cala Llonga, hubo también desprendimientos. Además, una embarcación de siete metros de eslora quedó varada en la playa de es Canar, después de que se soltara del punto de fondeo en el que se encontraba, según informaron desde el Ayuntamiento.
Colapso
El centro de Vila se colapsó por la cantidad de agua que cayó, provocando las quejas entre viandantes y conductores, que criticaron la situación a través de las redes sociales. Usuarios en Twitter llegaron a comparar la situación, que se repite cada vez que llueve más de lo habitual, con una «escena bíblica»; las calles de Ibiza con «piscinas urbanas», y denunciaron la poca capacidad «de las tuberías para drenar el agua».
La jornada de lluvia intensa llegó a registrar hasta 95,3 litros por metro cuadrado en Sant Antoni y 62 litros en la zona del aeropuerto. En Vila se recogieron 40,5 litros, en Sant Joan, 21,8 litros y en Formentera, otros 12,2 litros, según registró la Agencia Estatal de Meteorología.
La Policía Local y los bomberos realizaron hasta 24 servicios entre bajos inundados, toldos descolgados y accidentes de coche sin heridos.
Mientras tanto, en Formentera no hubo incidencias relevantes por las lluvias, según informó el Consell.
