Diario de Ibiza

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De Ibiza a Cienfuegos en una novela

Cuenta la historia de Catalina, una mujer que pasa buena parte de su vida esperando a su marido, emigrado a Cuba

Joan Cardona, ayer, con uno de los primeros ejemplares de ‘D’Eivissa a Cuba’.

A Catalina Serra, una ibicenca, de Sant Antoni, nacida a finales del siglo XIX, no le queda otra que esperar. Mira el mar desde la ventana de su casa y piensa en su marido, Joan, emigrado a Cuba. Ella permanece aquí, con una vida, casi, de viuda, recordándole, deseándolo. Y él... Él hace la suya, allí, en Cienfuegos. Éste es el punto de partida de ‘D'Eivissa a Cienfuegos’, el último libro de Joan Cardona, más conocido como Joan des Pou, que se presenta este martes a las ocho de la tarde en Sa Nostra Sala y que desde el sábado puede encontrarse en las librerías de la isla.

«La de Catalina es la historia de muchas mujeres de Ibiza, y de Formentera, que se quedaban aquí mientras sus maridos emigraban. Siempre esperando», comenta el autor, que explica que la novela abarca desde 1892, el año en el que nace la protagonista hasta finales de los años 90, «cuando llega el Concord a la isla». La novela va enlazando las vidas de Catalina y Joan, separados por todo un océano, mientras se suceden la Guerra Civil, la dictadura, la explosión del turismo, la llegada de la democracia...

La novela nació «hace más de diez años», explica Cardona. Era un relato al que no sólo intuía que podía darle más vida sino que, además, no acababa de encajar nunca en sus libros de cuentos. «O quizás yo no quería que encajara», reflexiona el autor, que se concentró en convertir la historia en una novela hace dos años. ‘D'Eivissa a Cienfuegos’ nace de un hecho real, familiar, que ha ido envolviendo con capas y capas de ficción. Parte de la trama se sitúa en Sant Antoni, localidad natal del autor, y parte, en Cienfuegos, en Cuba, un lugar que conoce «como turista» y al que le encantaría volver. «Ahí, Joan se crea una vida independiente de la de Catalina, que sigue en la isla pensando en él y sintiéndose, a veces, culpable. Ella le sigue esperando y él cada vez está más alejado de ella», comenta el autor, que señala que su protagonista «tiene asumido, como el resto de mujeres de esa época» que su vida depende de familia y que su rol va a estar siempre relacionado con ella: «Mujer, esposa, madre, abuela...».

Drama en el Café Zurich de Barcelona

Tanto él como su editora, Neus Escandell (Balàfia), prefieren mantener el misterio sobre si, en algún momento de las más de 200 páginas de la novela, Catalina se remanga los faldellins y emprende el viaje en busca de su marido. Lo más que adelantan, para no destripar la historia, es lo que se lee en la contraportada: que Catalina llega, al menos, a Barcelona, al popular Café Zurich, donde se toma un café. «Es un episodio dramático ése», asegura la editora.

Escandell destaca de la novela que anima a reflexionar sobre una de las grandes olvidadas en la historia de los siglos XIX y XX en las Pitiusas, «la otra cara de esa migración de la que sí se ha hablado mucho: las mujeres que se quedaban esperando, con mucho sufrimiento, a unos hombres que a veces no volvían nunca». «Un tío de mi padre se marchó a América. Nunca se supo si se cayó al mar pasado es Botafoc o si llegó y se hizo millonario», explica Cardona, que señala que la novela plantea también otra reflexión: «Catalina vive acosada por el turismo que va llegando a la isla, se siente invadida, no le hace ni puñetera gracia ver el cambio que sufre Sant Antoni».

Personajes «pérfidos»

Joan Cardona asegura que se ha divertido mucho escribiendo esta historia —«si no te lo pasas bien, para qué escribir»—, sobre todo cuando se documentaba. «El repaso por la historia es bastante superficial, todo el mundo sabe que la Guerra Civil empezó en el 36, pero era muy entretenido buscar, por ejemplo, un recorrido por Cienfuegos, abrir Google y ver ese trayecto que están haciendo los protagonistas», señala. Construir personajes «pérfidos e indeseables», como Joan y algún otro, ha sido, además de encajar las historias, lo que le ha resultado más complicado. «Me gusta que sean buenas personas», opina el escritor, que ha tejido para esos personajes con el alma oscura «una jugada de ajedrecista» en las últimas páginas del libro.

Cuando se le pregunta si cree que ‘D'Eivissa a Cienfuegos’ es una novela histórica, Joan Cardona se queda pensando. Su editora lo tiene clarísimo: «Sí, lo es. Creo, incluso, que por la historia que cuenta de Catalina, que es la que vivieron muchas mujeres, podría hablarse de una novela de género».

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