La concesión del servicio del agua en el municipio de Ibiza, tanto la distribución a la población como el saneamiento, acumula ya 12 años de prórroga. Aqualia Gestión Integral del Agua SA obtuvo la gestión de este servicio en 1990 (entonces era Sogesur SA) y, a pesar de que en 2009 culminaba la concesión, esta compañía sigue prestándolo con una prórroga indefinida, hasta que finalice el procedimiento de la nueva contrata. La compañía acumula ya 31 años de gestión del servicio del agua en Vila, cuando la concesión otorgada tenía, inicialmente, una duración de 19 años.
Pese a que el Ayuntamiento, en julio de 2010 (casi un año después de la finalización de la contrata con Aqualia), inició el expediente para sacar a concurso esta contrata, tras el cambio de gobierno municipal de 2011 (cuando Marienna Sánchez-Jáuregui recuperó el gobierno de la ciudad para el PP) quedó paralizado. Posteriormente, en 2012, a raíz de un recurso de Aqualia contra la decisión del Ayuntamiento de convocar un nuevo concurso, el Tribunal Superior de Justicia concedió una prórroga del servicio por cinco años más, hasta el 31 de octubre de 2015. El tribunal balear dio la razón a Aqualia porque el Consistorio no denunció el contrato un año antes de su vencimiento.
Un mes antes, en septiembre de 2015, el pleno del Ayuntamiento aprobó otra prórroga forzosa de la concesión del servicio del agua hasta que culminara la tramitación de la nueva. Entonces, el grupo del PP manifestó su preocupación por el hecho de que no se marcara un plazo para el inicio de la tramitación de la nueva concesión. «¿Estamos hablando de meses? ¿De años?», cuestionaba la entonces concejala popular María Fajarnés, ahora consellera insular de Promoción Económica.
Prórroga indefinida del servicio
El que era primer teniente de alcalde, Alfonso Molina, respondía que el equipo de gobierno no se podía comprometer a hacerlo «en seis meses o un año porque sería arriesgado», según consta en el acta del pleno de hace seis años. «Con la voluntad de resolverlo cuanto antes, optamos por una prórroga indefinida con el compromiso de darle la prioridad que merece uno de los servicios más importantes del Ayuntamiento».
El TSJB admitió en 2012 un recurso de Aqualia en contra de un nuevo concurso porque Vila debía haber denunciado el anterior en 2008
Dos años y medio después, en febrero de 2018, Molina hacía autocrítica, también en un pleno municipal, por el retraso en la puesta en marcha de la licitación de la nueva concesión del servicio del agua. «Asumo la responsabilidad y las críticas», decía, al tiempo que justificaba el retraso en el infructuoso intento de mancomunar el servicio del agua con el de Sant Antoni.
La redacción del pliego de condiciones se ha adjudicado a Aymed Proyectos por 22.411 euros y un plazo de ejecución de seis meses
En todo caso, Molina, que tres meses después se vio forzado a dimitir por las supuestas irregularidades en una de sus empresas detectadas por el Servei d’Ocupació de Balears, expresaba su confianza en que en el verano de ese año ya estuviera preparado el pliego de condiciones del concurso público con la idea de que se adjudicase antes de las elecciones locales de mayo de 2019.
Nuevo contratiempo
En este momento, más de dos años después, el Consistorio aún no cuenta con el pliego de condiciones de la futura contrata, que, además, también se ha atascado. En concreto, en junio la mesa de contratación propuso la adjudicación de este servicio a la empresa Aymed Proyectos, Obras y Servicios SL con un coste de 22.411 euros (el presupuesto de salida era de 49.500 euros) y un plazo de ejecución de seis meses. Era la propuesta más económica de las cinco que optaron al concurso.
Sin embargo, el Consistorio reclama ahora a la empresa ganadora que subsane unas deficiencias. En concreto, debe presentar unos certificados que acrediten la experiencia profesional del personal y le advierte de que, en el caso de que no lo haga, «podrá resolver el contrato por incumplimiento de condiciones esenciales».
El concejal de Medio Ambiente, Jordi Salewski, resta importancia a esta situación y apunta que se trata de «un trámite administrativo como sucede en otros contratos». «Entendemos que no habrá problema», asegura, al tiempo que indica que confía en que en seis meses debe estar listo el pliego, aunque «se puede alargar algo más» en función del volumen de las alegaciones que se reciban.
Afirma que los servicios técnicos han trabajado previamente en un estudio sobre las inversiones que precisa el municipio y que la empresa adjudicataria de la redacción del pliego de condiciones tiene que incorporarlas en su propuesta. «La empresa no empieza de cero», subraya.
Las claves
EL CONTRATIEMPO
La empresa que redactará las bases debe acreditar la experiencia del personal
El Consistorio ha requerido a la empresa adjudicataria de la redacción del pliego de condiciones de la contata, que acredite la experiencia profesional del personal antes de iniciar su trabajo. Vila dice que es un trámite.
INVERSIONES
La concesionaria deberá separar la red de agua
Las bases del concurso incluirán las obras que el nuevo concesionario deberá acometer para mejorar el servicio, fundamentalmente obras de separación de la red de distribución de agua de la de saneamiento.
