La consellera de Salud, Patricia Gómez, señaló ayer que el Govern seguirá «vigilando atentamente» posibles sospechas de contagios o brotes a pesar del levantamiento de los controles sanitarios a pasajeros nacionales en puertos y aeropuertos, anunciado este jueves y que se hará efectivo a partir del 31 de octubre, una medida adoptada teniendo en cuenta el alto índice de vacunación en España y la bajada de la incidencia acumulada a catorce días.
De hecho, en declaraciones a los medios, Gómez explicó que hay otras comunidades en la actualidad con una situación sanitaria mejor a la de Baleares y también argumentó que la mayoría de pasajeros que entran en el archipiélago ya están vacunados. La consellera recordó que a estos controles se han destinado ocho millones de euros para controlar 823.000 tránsitos, y, sobre todo, subrayó la importancia de haber podido cortar «1.540 cadenas de contagio». En cualquier caso, la titular de Salud incidió en que que Baleares continuará practicando un gran número de pruebas diagnósticas y seguirán atentos a posibles brotes.