El fin de la prohibición de la actividad de las discotecas de Ibiza de momento solo se va aprovechar en DC 10, con tres fiestas Circo Loco los próximos lunes de octubre, y en Amnesia, con un closing party programado el 23 de este mes y para el que ya no quedan entradas. Sin embargo, el levantamiento de este veto tiene un peso promocional que trasciende la nula rentabilidad para el sector de esta reapertura simbólica.
«Lo importante es que ya podemos vender normalidad de cara al 2022 y decir en la Feria de Londres [World Travel Market] que toda la isla y sus discotecas van a estar abiertas», destaca el gerente de la patronal Ocio de Ibiza, José Luis Benítez. De igual manera, implica «otra noticia muy importante, porque se está dando el mensaje de que, si quieres venir de fiesta, deberás vacunarte», apunta.
"Otra noticia muy importante es que se da el mensaje de que, si quieres venir de fiesta, deberás vacunarte"
Respecto a las fiestas programadas por DC 10 y Amnesia, Benítez valora que «han sido unos valientes», pero no dejan de ser unas citas «anecdóticas». «Es muy importante que, desde ayer, nuestras empresas ya puedan abrir, pero nuestra temporada en teoría ya ha finalizado», recuerda.
Además de la falta de turistas a estas alturas del año, un obstáculo importante para que otras discotecas pudieran abrir en estos momentos es la dificultad de completar una plantilla «cuando hay una evidente falta de personal en la isla», subraya Benítez.
La asociación Ocio de Ibiza no va a poder llevar a cabo ninguna actividad promocional específica para la World Travel Market de Londres, que empieza el próximo 1 de noviembre, por falta de tiempo. No obstante, Benítez precisa que los socios de esta patronal ya están planeando una campaña de Navidad y avanza que «más de una» de las grandes discotecas de la isla estará en funcionamiento durante las próximas fiestas.
Pacha o Lio
Históricamente, Pacha ha sido la única de las grandes salas abiertas durante la temporada de invierno, aunque solo los fines de semana y festivos. Aunque no prevé abrir de manera inmediata, una portavoz de la empresa indica que siguen pendientes de la evolución de la normativa covid para decidir si reanudan su actividad en las próximas semanas.
Precisamente, ayer por la noche se celebraba la fiesta de cierre del restaurante cabaret Lio, perteneciente al Grupo Pacha, que iba a aprovechar la nueva normativa para probar la oferta de club con dj y el público en mesas reservadas. Así, una de las posibilidades que baraja la empresa es que la oferta de ocio nocturno este otoño e invierno se traslade a Lio, con unas dimensiones y características que harían más fácil adaptarse a las condiciones fijadas por el Govern balear.
No se permite bailar en pubs
Varios de los locales consultados admitieron ayer su total incertidumbre sobre cómo sería posible adaptar el trabajo y hacer cumplir las restricciones a la clientela. Así, según la normativa del Govern, el público solo puede consumir sentado y dejar sus copas en la mesa si quieren salir a bailar con mascarilla a la pista, donde debería garantizarse un aforo proporcional a una persona cada dos metros cuadrados.
El Govern balear precisa que solo autoriza el baile en los locales con licencia de discoteca
El Govern ayer precisó que solo autoriza el baile en los locales con licencia de discoteca, que ahora pueden abrir hasta las cinco de la madrugada. Así, quedan excluidos cafés concierto, pubs y bares nocturnos. «Desde el principio de la pandemia, la normativa está creando más confusión en vez de clarificar las cosas», lamenta Sergio Fernández, del local De Miedo en el puerto de Vila.
Fernández valora que, desde el pasado día 27, locales como el suyo ya pueden abrir hasta las cuatro de la madrugada, pero recuerda que Balears «lleva un mes de retraso con respecto a la Península». «Allí ya abren interiores y se hacen conciertos masivos al aire libre», recuerda.
Manu Verdera: "No tiene sentido abrir si los clientes deben permanecer sentados"
Al margen de las grandes discotecas, buena parte de la oferta de ocio nocturno de la isla se mantiene cerrada por la imposibilidad de llevar a cabo su actividad con las actuales restricciones sanitarias. Es el caso de muchos locales con licencia de café concierto o pubs musicales que no gozan de gran superficie o amplias terrazas, ya que la clientela no puede estar de pie en el interior.
«Tenemos un aforo de 100 personas, pero como todo el mundo debe quedar sentado, solo caben 20», precisa el delegado en Eivissa de la Asociación balear de salas de espectáculos en directo (Absedi) y propietario del Malanga Café, Manu Verdera. «Así, de momento no tiene sentido ni viabilidad ninguna intentar abrir puertas», subraya.
Por la experiencia del año pasado, cuando se animaron abrir en verano hasta el drástico final de temporada, Verdera sabe a ciencia cierta que «no se va a ganar dinero en estas condiciones». Entonces, su horario de cierre no se podía prolongar más allá de medianoche y, aunque ahora podrían estar en marcha hasta las cinco de la madrugada, las expectativas no animan a reanudar la actividad.
«No es solo por la rentabilidad del negocio, sino porque somos un local de música en directo y no un restaurante. Lo que prima es el interés del público en poder bailar, así que nuestro concepto no pasa por tener a toda la gente sentada y cohibida», incide el empresario.
No obstante, el delegado de Abside en Eivissa se muestra optimista de cara el futuro, sobre todo ante la buena evolución de la situación sanitaria y el aumento en la vacunación contra el covid. «Tenemos la perspectiva de que, antes de finales de año, nos dejen trabajar con unas mínimas condiciones, sin gente sentada y con mascarilla, y disfrutar de las Navidades».
