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Jornada de distribución y marketing hotelero: el futuro inmediato

El sector turístico ibicenco augura «una gran temporada» en 2022

Hoteleros y analistas consideran que existen indicios de que el proximo año será aún mejor que 2021: aseguran que las líneas aéreas y los turoperadores muestran muchas «ganas de vender» y tienen «mucho interés» por aumentar sus cupos de camas en Ibiza

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III Jornada sobre Distribución y Marketing Hotelero Vicent Marí

«Todo apunta a que 2022 irá mejor que este año». Fue la frase (o una parecida) que más se repitió ayer cuando, durante la Jornada de Distribución y Marketing Hotelero, los representantes del sector intentaron imaginarse cómo será la próxima temporada. José María Ramón, CEO de Neobookings, organizadora del encuentro, cree que hay indicios y se dan las condiciones para repuntar: «La gente tiene ganas de viajar y las líneas aéreas y los turoperadores parece que vienen con ganas de vender». De hecho, están «exprimiendo las garantías» que dan a los hoteleros. También ha observado que para 2022 «se recupera el ritmo» de reservas de los británicos: el 26,3% de las que ya se han hecho proceden del Reino Unido (hasta 2019 nuestro principal mercado), el mayor porcentaje (de largo) por nacionalidades. Además, Ramón avanza que las tarifas medias hoteleras para 2022 ya han crecido un 15%: «2022 podría ser muy buena temporada», avisa.

Coincide en esa apreciación Juanjo Riera, que durante casi una década fue presidente de los hoteleros pitiusos. Durante la mesa redonda en la que ocho profesionales del sector, moderados por Montse Monsalve, debatieron sobre cómo creen que será el proximo año, Riera comentó que ya ha observado «mucho interés» de los bancos de camas y de los turoperadores por «mantener o aumentar» sus cupos para 2022, incluso mejorando las garantías y depósitos que ofrecen a los alojamientos: «Ese interés significa que 2022 puede ser una gran temporada. Algo se está moviendo».

«Vender que todo es normal»

También confía en que sea así Juan Miguel Costa, director de Turismo del Consell de Ibiza: «En 2021 hemos salvado los muebles», dijo con alivio. Costa confesó que, en junio, la incidencia del coronavirus le impedía dormir. Luego mejoró su sueño: «2021 ha sido decente. Para 2022 sabemos que Ibiza está muy en el foco de las necesidades del cliente. Muchos quieren venir a la isla. Eso es una ventaja inicial». Se parte de un dato excelente: «En verano tuvimos el 90% de la conectividad de 2019... aunque los aviones no venían llenos».

José Luis Benítez, gerente de Ocio de Ibiza, aconseja que «en 2022 se venda que todo está abierto, que las cosas ya son normales»

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Para que el sector regrese por sus fueros, José Luis Benítez, gerente de Ocio de Ibiza, aconseja que «en 2022 se venda que todo está abierto, que las cosas ya son normales», lo que para él significa que quien quiera pueda bailar en una discoteca. «No es momento -añadió luego al respecto el director insular de Turismo- de excluir ningún producto de la isla, como las discotecas. El ocio nocturno es nuestro único producto estrella en el mundo. Los demás son muy buenos y potentes. Pero ese es el único estrella».

David Muñoz, director comercial de PlayaSol Ibiza Hotels, no cree que «sea buena noticia que haya discotecas cerradas» de cara al 2022, cuando espera que todo vaya a mejor... si la coyuntura lo permite, pues recordó que el mundo está muy revuelto: «Digo con la boca pequeña que se ha terminado la crisis. Seguro que hay más episodios. Y sigue habiendo incertidumbres, como los precios de las materias primas, de la energía, la inflación, los niveles de deuda de los países... Seguimos en territorio desconocido. Hay que estar preparado para lo peor».

Clientes prestados en 2021

También fue cauteloso Marc Rahola, CEO de OD Group, que recordó que buena parte de los clientes de este año eran «prestados». Por ejemplo, los franceses: «Habrá que ver qué parte vuelve y qué parte viaja adonde lo hacía antes». Los galos, dijo, prefieren el norte de África, donde «están más cómodos». Rahola tiene curiosidad por ver cómo «evoluciona» el turismo de cruceros y advierte de que uno de los problemas a los que se enfrenta Ibiza es el de los recursos humanos: mucho personal no vino este año porque no le compensaba el escaso tiempo de contratación, aunque durante la mesa redonda quedó claro que el problema del alquiler (sus precios astronómicos) sigue siendo un serio obstáculo para captar profesionales. «Hemos tenido poco personal y poco cualificado. A veces teníamos que cualificarlo en una hora», contó Alberto Torres, director Comercial de Aguas de Ibiza.

A Torres le preocupa que haya caído en Booking la puntuación media de los clientes de la isla: «Me sorprende que este año hayamos tenido una bajada de nota general como destino». Cree que esa plantilla menos preparada puede estar detrás de esa calificación: «No podemos permitir que los clientes se vayan con mala opinión de la isla (...) Hay que hacer un gran esfuerzo en el capital humano. Una mala atención te borra la satisfacción de las vacaciones». También vaticina para 2022 que «la flexibilidad de reservas ha venido para quedarse», de la misma manera, comparó, que puedes devolver una camisa si al llegar a casa no te convence.

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