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La cosecha de algarroba aumenta un 50% en Ibiza tras dispararse su precio un 42%

Este año se pagan a 0,85 euros el kilo, 25 céntimos más que en 2020, el doble que hace tres años y tres veces más que en 2017 | Ya se han registrado dos casos de robos: los ladrones sustrajeron 60 sacos llenos de esos frutos en Sant Agustí y 15 en es camí de sa Vorera

Montón de algarrobas acumuladas en la Cooperativa de Sant Antoni.

Desde el 1 de septiembre, cuando empezó la temporada de la algarroba, no paran de llegar sacos llenos de estos frutos a la Cooperativa de Sant Antoni. Y no es porque, de repente, se haya convertido en el alimento favorito de los ibicencos dado su bajo contenido en grasa (1%) o por sus altos niveles de minerales y vitaminas, sino por dinero. Su precio ha alcanzado niveles nunca vistos: 0,85 euros (más IVA) el kilo, lo que convierte a los algarrobos en los árboles más codiciados de esta estación.

El kilo de algarroba «se está pagando muy bien», subraya Juan Antonio Prats, gerente de la cooperativa. Porque 0,85 euros el kilo (+IVA), son 25 céntimos más de lo que se dio en 2020 por ellas, es decir, un 41,6% más. Y el doble que hace tres años (0,4 euros el kilo), cuando debido a la apreciación que experimentó respecto al año anterior (en 2017 se cotizaba a 0,28 euros) se podía decir que quien tenía un algarrobo tenía un tesoro. Ahora con más razón, pues vale un 204% más que hace cuatro años

Tal precio ha animado a los payeses a no dejar ni una sola algarroba en el suelo: «La temporada va muy bien. Empezamos el 1 de septiembre y ya llevamos recogidas un 50% más que el año pasado. Eso es debido a lo que se está pagando, que es mucho». Y a que a ese precio excelente se ha sumado «una producción muy buena». Y a que las torcaces no parecen interesadas en esas vainas, por lo que no merman su cosecha.

Precios

Almendra, el doble para fomentar su cultivo

En la cooperativa no ha entrado toda la almendra que se esperaba. Y eso que mantiene una cotización muy por encima de la del mercado para fomentar su cultivo. «Los precios están bajos fuera de aquí, en la Península, pero en Ibiza los estamos manteniendo para promocionar la almendra ibicenca. Aquí las pagamos entre 0,75 y 0,85 euros el kilo (con cáscara), como en 2020. Fuera, entre 0,45 y 0,6 euros el kilo, mucho más barata».

De ahí que se estén «recolectando todas», incluso «las que antes no se recogían porque el algarrobo pillaba lejos. Este año, al precio que tienen, se cogen absolutamente todas. Actualmente tenemos el almacén de la cooperativa lleno». Ya van más de 500 toneladas, cifra a la que se llegó a mediados de octubre del pasado año. Ya entonces se dobló la cantidad cosechada en 2019.

La crisis, advierte Prats, «también está provocando que mucha gente que no tiene trabajo» se dedique últimamente a rellenar sacos con algarrobas. No son pocos, asegura, los que en cuanto ven árboles cargados, piden permiso a su propietario para recolectar sus frutos, dinero colgando de las ramas: «Porque en estos casos -explica Prats-, nos deben presentar la autorización del dueño del terreno. El Govern exige firmar una declaración responsable al respecto». Este año ha aumentado un 30% el número de personas que les han presentado ese documento: «Y eso que en 2020 ya hubo un aumento considerable. Pero en 2021, más que nunca». Porque la crisis aprieta y la temporada, aun siendo mejor que la de 2020, no ha dado trabajo a todo el mundo.

Y claro, entre la desesperación y que el kilo de vaina está por las nubes, se han vuelto a producir casos de robos: ya se han sustraído 60 sacos en Sant Agustí, y 15 en es Camí de sa Vorera, cerca de la cooperativa. Los payeses, confiados, los suelen dejar bajo cada árbol tras la recogida, o en sus almacenes.

Si bien se cotiza bien en Ibiza, la de Mallorca es aún más cara. La razón, explica Prats, es que «la ibicenca no tiene la misma calidad que la mallorquina». En esa isla la pagan entre 0,9 euros y un euro, esencialmente por dos razones: «Tiene más rendimiento y evitan el coste del transporte, pues en Mallorca tienen una fábrica propia para procesar la algarroba».

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