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Una vecina de sa Penya: «¿Los nuevos inquilinos son policías? Bueno, yo no me meto con nadie»

Los vecinos se muestran reticentes a compartir su opinión sobre la transformación del barrio

Imagen de archivo del barrio de sa Penya. | CÉSAR NAVARRO c.pi / redacción. eivissa

De siempre, los periodistas han sido mal recibidos en sa Penya. A día de hoy, los vecinos siguen sin mostrarse cómodos ante la presencia de extraños, pero la situación ha cambiado ligeramente: la antigua hostilidad ha sido sustituida por la indiferencia. Una vez la comitiva de políticos terminó la visita oficial y abandonó el barrio, este periodista se quedó un rato más e intentó hablar con los vecinos. Nadie fue descortés, pero nadie mostró tampoco la más mínima intención de compartir sus impresiones.

La más comunicativa fue una vecina de la calle Alt que no tuvo problema en hablar pero que se negó a dar su nombre: «Estoy contenta con el cambio. ¡Cómo no lo voy a estar! Llevo toda la vida viviendo aquí». ¿No le importa que sus nuevos vecinos sean policías? La mujer sonríe: «Me da igual. Yo no me meto con nadie».

Un vecino de la calle Vista Alegre expresó su absoluta indiferencia por la reforma de las calles aledañas: «Nunca paso por ahí. No me muevo de mi calle», señaló. Otros vecinos se limitaron a responder que la reforma les parece «bien» o que «les da igual», y a la posibilidad de tener policías en el vecindario, se encogen de hombros.

Al poco de marchar los políticos, reaparecieron por la zona los compradores de droga: «No, no vivo aquí», respondió uno de ellos, mientras esperaba en el mirador de sa Pedrera. Dos puertas más allá, una persona con graves problemas de adicción a la heroína, entra trabajosamente en su infravivienda.

Un policía local comenta que en estas calles hay tres puntos de venta de cocaína y heroína, pero que está convencido de que el menudeo aquí tiene los días contados: «Cuando se instalen los policías a vivir aquí, cuando vean que el barrio cambia, se van a marchar. Ellos y la policía son como el agua y el aceite, no pueden compartir espacio», sentencia.

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