El Ayuntamiento de Santa Eulària ha iniciado un "procedimiento sancionador" contra la promotora de una fiesta ilegal multitudinaria y plantea la imposición de una multa de 630.000 euros, según han informado desde el Consistorio. El evento se celebró la madrugada del pasado 12 de septiembre en la playa de s'Aigua Blanca y llegó a reunir alrededor de 500 personas.

Los vecinos de la zona fueron quienes alertaron a la Policía Local ante las molestias provocadas por los altos niveles de música y el elevado número de personas en la zona. Los agentes municipales tuvieron que intervenir para desmantelar la concentración, informan desde el Ayuntamiento, contando con la asistencia de la Guardia Civil, "ante la actitud hostil que mostró un numeroso grupo de asistentes".

A todo ello, añaden fuentes municipales, la ubicación de la fiesta implicaba un elevado riesgo para los asistentes, apelotonados en la pared del acantilado existente, donde se ubicaba el equipo musical, el generador que lo alimentaba, neveras, fogatas y parrillas, detallan.

La Policía Local requisó los equipos de música, custodiados en la propia playa durante la intervención y que consiguieron extraer a la mañana siguiente por vía marítima, ya que lo agreste de la zona, dificultaba su traslado por tierra.

La investigación ha permitido identificar únicamente a una de las personas promotoras de esta actividad ilegal, que se negó a identificar al resto de implicados, apuntan desde el Consistorio, que añaden que dicha actitud ha sido considerada como "obstructora a la labor inspectora", algo que también se ha tenido en cuenta a la hora de proponer una sanción.

"Desde el Ayuntamiento de Santa Eulària quiere remarcarse el firme compromiso de lucha contra las fiestas ilegales tanto las celebradas en parajes naturales como aquellas que puedan celebrarse en casas y villas ubicadas en el municipio", reza el comunicado emitido por el Consistorio.

En relación a las fiestas ilegales en villas, han recalcado que el Departamento de Infracciones ha llevado a cabo durante el verano una serie de inspecciones a casas que han sido denunciadas por celebrar eventos no autorizados o que han provocado molestias al vecindario. "En total se ha concertado inspección a ocho viviendas respecto a las cuales se está investigando si han existido ampliaciones o cambios de uso que puedan estar relacionados con la celebración de fiestas ilegales así como la legalidad en todos los aspectos concernientes a las mismas", han explicado en el comunicado. Además, añaden, durante el verano se han realizado diferentes sonometrías para certificar el incumplimiento, o no, de la normativa.