«La crisis económica esta detrás de la migración, ahora mismo en Argelia la comida de los pobres, las lentejas por ejemplo, está a precio del pistacho o de nueces, esto provoca a la gente a salir». Son palabras de una mediadora social de nacionalidad española y origen argelino, que desde Gandía intenta facilitar a las familias argelinas información sobre el paradero de sus hijos. Estos días vuelve a recibir decenas de mensajes de padres y madres interesados por la suerte de sus hijos que decidieron embarcarse, ya sea para llegar a la costa almeriense o murciana o bien para llegar hasta Baleares. Los que eligen este destino suelen salir de Boumerdès, en la Cabilia argelina, de las costas cercanas a los puertos de Dellys y de Djenet.
«Los jóvenes ven que no hay solución, que el país tiene gas y petróleo pero ellos no se benefician de nada, la educación está mal y la sanidad también y más con el covid, incluso hace falta oxígeno en los hospitales», sigue describiendo.
A finales de agosto, además, la región de Boumerdès sufrió el incendio de sus olivares y de algunos frutales como los perales, profundizando la crisis también en el sector agrario.
Si hace dos años las salidas de pateras eran esporádicas y desde puntos concretos de la costa, ahora parten desde cualquier lugar y con más frecuencia dependiendo del estado del mar. Las mafias también han visto el filón y hacen su agosto con distintas modalidades de travesía.
Crisis económica
Sin salida para los jóvenes
La crisis económica y la inflación galopante están detrás del flujo migratorio argelino y deja sin expectativas a miles de jóvenes que deciden huir de su país.
Cierre de fronteras
Ni salir ni entrar
Con la pandemia el país vecino ha cerrado sus fronteras, por lo que no da visados y se encuentra sumido en una grave crisis social y sanitaria.
Mafias
Pateras para ricos y pobres
Las mafias ofrecen varios precios: 1.500 €☺ en un barco precario, y 3.500 € en una lancha rápida y más segura.
Una plaza en una patera de fibra de unos cinco metros de eslora con un motor de 40 CV, puede costar unos 1.500 euros. Estos barcos son realmente frágiles y navegan sin ningún tipo de seguridad, utilizando como guía la cobertura GPS de sus teléfonos móviles hasta que deja de funcionar, por falta de cobertura, cuando están en alta mar. Una travesía no carente de riegos y que puede durar entre 30 y 36 horas.
Pero en este negocio también hay categorías y existen los llamados ‘taxi-patera’, muy frecuentes en la costa de Almería.
En Formentera se detectó, hace algo más de un mes, a un velero cuyos tripulantes fueron finalmente detenidos que se dedicaba a esta modalidad y ayer mismo, de madrugada, la Guardia Civil detuvo a dos personas en una embarcación con dos potentes motores de 250 CV, que acababan de desembarcar a once personas.
Los pescadores de Boumerdès han recuperado tres cadáveres pero buscan hasta 20 jóvenes
Esta mediadora social señala que la inmigración ilegal no solo es una salida para las clases más desfavorecidas sino que conoce empresarios que optan por el ‘taxi-patera’, más seguro, para intentar una nueva vida en Europa, aunque también es más caro ya que puede costar unos 3.500 euros. La situación es tal que incluso ciudadanos que tienen recursos económicos no tienen acceso a los servicios básicos sanitarios, «entonces deciden irse en pateras rápidas porque tienen dinero y con las fronteras cerradas no pueden hacer nada».
Naufragio
En este flujo de personas que llegaron a Baleares en estos días, 322 en total de las cuales 147 lo hicieron a las Pitiusas, ha habido por lo menos un naufragio confirmado en aguas argelinas. La ONG Héroes del Mar confirmó, el pasado viernes 17 de septiembre, que había 13 desaparecidos, un fallecido y un superviviente. Esta patera salió de Boumerdès hacia Baleares.
Pero la tragedia no para aquí. Tariket tiene constancia de que se han producido más naufragios, aunque aún no tiene información del número de pateras desaparecidas. Eso sí, explica que «ahora están buscando [en aguas de Argelia] a más de 20 personas, por lo que no pueden ser de una sola patera, los pescadores han salido en busca de los cuerpos, pero todo es muy confuso».