Una media de más de cien embarcaciones ha fondeado diariamente en el interior de la bahía de Portmany entre el 27 de julio y el 25 de agosto, han informado desde la plataforma Salvem Sa Badia de Portmany a través de un comunicado. Esta es la conclusión de la iniciativa #EstimSaBadia, llevada a cabo por el equipo Es Voluntaris de sa Badia, integrado por diez jóvenes y coordinados por las biólogas Elisa Langley y Marta Fernández.
En total, estos voluntarios han proporcionado información sobre el ecosistema del entorno de la bahía a 195 patrones de embarcaciones, a quienes entregaron el mapa de la presencia de esta planta marina editado por Salvem Sa Badia de Portmany, ya que 105 estaban fondeadas sobre posidonia. En estos casos, aseguran, "se verificó mediante mirafondos y con la app Posidonia del Govern de les Illes Balears, tomándose sus datos y comunicando su posición".
De las 195 embarcaciones, 142 sabían qué es la posidonia, pero sólo 37 conocían la aplicación del Govern que indica su situación en el fondo marino. "En general, siempre que se ha informado al patrón de estas embarcaciones de su posición incorrecta y de los recursos existentes para evitarlo, su tripulación lo ha agradecido y han cambiado de lugar de fondeo o han pedido ayuda para encontrar un banco de arena donde hacerlo", han asegurado desde la plataforma.
También se ha llevado a cabo un recuento diario del número de barcos que fondean entre Cala Gració-Cap Blanc hasta Port des Torrent. Durante la primera mitad de agosto, según los datos de Salvem Sa Badia, fueron 125 las embarcaciones contabilizadas. Esta cifra descendió hasta los 80 durante la segunda mitad del mes pasado. Esto se traduce, aseguran, en que los voluntarios solo "han podido informar al 12% de todas estas embarcaciones" y añaden que "solo se han detectado cuatro naves reincidentes".
Más de un centenar de desagües y aliviaderos vierten en el interior de la bahía
La iniciativa Salvem sa Badia de Portmany llevó a cabo el año pasado un recuento de los desagües y aliviaderos submarinos que existen en la bahía de Sant Antoni. Este análisis concluyó, como publicó Diario de Ibiza en abril de 2020, que había un total 109 conductos que vierten directamente en el mar. "Muchos de ellos no cuentan con autorización y, además, se desconoce si son pluviales o fecales", advertían entonces desde esta asociación.
Para la realización de este recuento utilizaron como fuente la Infraestructura de Dades Espacials de les Illes Balears (ideIB), que gestiona el Govern balear. Esta herramienta, de libre acceso a través de Internet, recopila datos procedentes de distintas fuentes institucionales.
La ideIB establece que en el litoral que abarca desde Cala Bassa hasta Cala Gració existen un total de 100 conductos de vertido. De ellos, 47 serían desagües y el resto canalizaciones de naturaleza indefinida. Dichos elementos "están realizados con materiales muy diversos, como pvc, hormigón, aluminio, fibrocemento, hierro, acero inoxidable o polivinilo, entre otros", indican desde la asociacion en una comunicado.
A las citadas conducciones, además, hay que sumar el emisario de es Caló de s’Oli y otros ocho aliviaderos que derivan aguas fecales al mar cada vez que se produce un atasco en el colector principal que discurre en paralelo a la costa. "Esta situación, que debería de ser excepcional, ocurre con más frecuencia de la que sería deseable, ya que el colector de aguas fecales es una infraestructura muy obsoleta, instalada en los años 70; es decir, hace casi medio siglo, recuerdan", denuncian.
Dichos ocho aliviaderos, "se adentran ligeramente en el mar y están situados en ses Coves Blanques, es Pouet, s’Estanyol, es Caló d’en Serral (dos), Punta Pinet, Punta Xinxó y Punta de ses Fontanelles". Por tanto, añaden los responsables del informe, "al igual que ocurre con el centenar de desagües y canalizaciones que existen en la misma zona, se distribuyen por toda la bahía, tanto en territorio de Sant Antoni de Portmany como de Sant Josep".
La contaminación de la bahía a causa de los vertidos de aguas fecales "constituye una de los mayores debilidades que afronta un territorio en el que residen unos 28.000 habitantes y con alrededor de 30.000 plazas turísticas", se añade en el comunicado.
Entre las peticiones de las tripulaciones, registradas por los voluntarios, destacan la solicitud de contenedores de reciclaje próximos a la costa y la instalación de boyas ecológicas en la zona oeste de la isla con servicio de retirada de residuos. Además, algunos consideran que no se debería acusar a las embarcaciones de contaminar, ya que también existe un problema con las aguas residuales, por lo que piden "mayor control", así como la necesidad de reparar el emisario, "que vierte a una distancia inferior a cuatro millas de la costa".
Los voluntarios también han analizado las diferentes especies de flora y fauna que existe en la zona de la bahía y han visitado la desaladora para observar la haloclina formada por la diferencia de salinidad y comprobar, mediante test químicos, los niveles de amonio y nitritos.
En el sur de la bahía, en es Caló d'en Serral, entre s'Estanyol y es Pinet, han detectado un tramo de costa en el que hay una capa gruesa de materia orgánica en descomposición. "Organismos como esponjas y otros se encuentran tapados por esta materia orgánica disuelta y han aparecido algas verdes como consecuencia de la contaminación por aguas residuales", denuncian. De hecho, han observado también que el emisario de la depuradora vierte aguas residuales a menos de 20 metros de profundidad.
Todos los datos recopilados por 'Es Voluntaris de Sa Badia' se entregarán al Institut Balear de la Natura (Ibanat).
