Los usuarios de los talleres ocupacionales de Cas Serres disfrutaron ayer de una jornada de puertas abiertas programada por Un Mar de Posibilidades, el programa social del Club Náutico Ibiza que nació en 2004 y que este año ha tenido hasta un total de 400 participantes .
Las actividades se realizaron en la playa de Talamanca y los participantes de este proyecto disfrutaron de paseos en kayak, una ruta en lancha con una plataforma adaptada, actividades de arena con palas o pelotas, así como de ejercicios de psicomotricidad en equipo y acompañados en todos los casos por los monitores. «Hemos realizado actividades de socialización, de coordinación y de equilibrio», concreta Pedro Cárceles, director de Un Mar de Posibilidades.
Este programa, que ha obtenido reconocimientos en el ámbito nacional, ha estado activo durante toda la temporada de verano y aunque el perfil de los usuarios ha sido variado, desde junio las actividades se han centrado en grupos de geriatría de las residencias de la isla, a los que se han incorporado este año personas que viven solas en casa bajo el proyecto ‘Gent Gran’.
«Acercamos el mar de forma lúdica, divertida y segura a este colectivo, en compañía de monitores especializados y de sus propios familiares, creando así una alternativa original y necesaria para los tiempos tan difíciles que está viviendo este sector de la población», matiza el director de este proyecto.
Un Mar de Posibilidades cuenta con un amplio colectivo de asociaciones participantes y con el patrocinio de la Fundación La Caixa, la Fundación Abel Matutes y Valoriza M.A, así como el apoyo de los ayuntamientos de Ibiza, Sant Josep, Sant Antoni, Santa Eulària y Sant Joan, junto con el del Consell de Ibiza y el Govern Balear.
Para Pedro Cárceles, «nuestro máximo objetivo es crear una herramienta segura destinada a las personas que han sufrido de forma más drástica si cabe esta pandemia, y utilizarla para que tengan una opción de poder llegar al mar, disfrutar de él, y respirar aire puro practicando deporte».
