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Turistas en Ibiza, entre la tranquilidad y la nostalgia por el ocio nocturno

Muchos de los turistas que llegan a Ibiza se quejan de que hay «demasiadas limitaciones» por la crisis sanitaria y echan de menos el ocio nocturno, mientras otros dicen que aprovechan precisamente su ausencia para disfrutar de unas vacaciones «más calmadas»

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"No vamos a volver a Ibiza hasta que no abran las discotecas" Toni Escobar

Se aproxima el final de la temporada de verano y en el aeropuerto se aglomeran, cada día, cientos de personas que finalizan o comienzan sus vacaciones. Poco a poco, y como apuntaban los datos, la terminal ibicenca va volviendo a la normalidad. Tanto es así que durante este pasado fin de semana se contabilizaron prácticamente las mismas operaciones de entrada y salida a la isla que en 2019. Durante la mañana de ayer, estos datos se reflejaron en centenares de personas dentro del aeropuerto y largas colas para facturar o para coger un taxi.

Pese a que las medidas de seguridad que restringen negocios y al ocio siguen vigentes, el turismo ha aumentado notablemente en esta segunda quincena de agosto.

A la derecha, Adam McDon y Olivia Montgomery, de Londres, con su grupo de amigos. Toni Escobar

Muchos de los visitantes que llegaban ayer por la mañana defendían la «magia de la isla con o sin discotecas». «Ibiza es preciosa igual, nosotros creemos que no hacen falta las discotecas. Hay muchas formas de pasarlo bien en la isla, es solo tomarse el viaje de una forma diferente, más calmada», explicó Viviana Buonpietro, una italiana que acababa de llegar con sus amigos a la isla.

Desigualdad de opiniones

Muchos de los turistas recién aterrizados comentaban que habían venido a la isla para disfrutar de unas vacaciones relajadas. «Nosotras nunca habíamos venido a Ibiza porque buscamos vacaciones más tranquilas, por eso nos hemos decidido venir este año. Venimos a descansar, a ir a las playas tranquilas y a disfrutar de la isla», comentaron Lara, Feli y Susana, tres chicas que venían de Madrid. Pero, como ellas mismas comentaron:, «nos hemos dado cuenta de que somos de las pocas personas que venimos a relajarnos; la gente solo habla de fiesta».

Viviana Buonpietro, con sus cinco amigos, turistas procedentes de Milán Toni Escobar

Y es que la tranquilidad no era ayer la tónica general en el aeropuerto. En la cola de los taxis, un grupo de cinco chicos lamentaban las restricciones. «Hay demasiadas limitaciones, creemos que se podrían abrir las discotecas con medidas de seguridad. Es importante tener cuidado pero también es importante la diversión y el ocio», reivindicó Adam McDon mientras uno de sus amigos imitaba la música de las discotecas mientras bailaba. «Intentaremos buscar sitos donde hagan alguna fiesta...», añadieron antes de preguntarle a esta redactora si podía conseguirles entradas para algún evento privado.

Mientras tanto, en la cola de facturación, cinco chicos de Barcelona esperaban. Ellos también lamentaban no haber podido disfrutar del «famoso ocio nocturno de Ibiza». «Nosotros no vamos a volver a la isla hasta que no abran las discotecas», afirmó convencido Cristian, uno de los chicos.

Unos metros más adelante, en la misma cola, Alba Gómez, también de Barcelona, defendía que le parecía desafortunada la gestión de la crisis en Ibiza. «Veo ilógico que la hostelería tenga tantas medidas pero que después no se puedan controlar las aglomeraciones fuera. Creo que falta encontrar un equilibrio. Si se abriera el ocio nocturno controlado, no pasaría lo que hemos visto todos estos días en el puerto» de Vila, lamentó esta turista.

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