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Fallece Bernardo Cardona tras una vida dedicada al Derecho en Ibiza

Fue un gran defensor del derecho foral pitiuso y uno de los pocos miembros ibicencos de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Baleares

Bernardo Cardona en un encuentro con Diario de Ibiza J.A.RIERA

El abogado ibicenco Bernardo Cardona Escandell (Ibiza, 1928) ha fallecido en su isla natal, donde fue un jurista de reconocida trayectoria profesional y uno de los grandes valedores del derecho foral pitiuso, que le situaron como uno de los pocos miembros ibicencos de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Baleares, de la que ha sido académico emérito hasta el final de su vida. Durante muchos años fue delegado de la Sociedad General de Autores de España en las Pitiüses y también presidente (durante casi 11 años, en los 70) de la Sociedad Cultural y Recreativa Ebusus. 

Bernardo Cardona nació en la calle de la Cruz de Ibiza. Su padre provenía del campo, de Can Partit, y trabajaba como gerente en la naviera Pineda (armador de buques y consignatarios). Su madre era de la familia de Can Gallet, de Vila. Hizo sus estudios primarios en el colegio de sa Graduada, por aquel entonces ubicado en Vara de Rey.  Más tarde, ya en los años 40 del siglo XX, estudió Derecho por libre, primero en la Universitat de València y más adelante en la Universidad de Oviedo, ciudades a las que sólo viajaba cuando tenía que presentarse a los exámenes, ya que él seguía viviendo en Ibiza. Comenzó su carrera profesional en el mundo del derecho como procurador, pero a finales de los 60 empezó a ejercer también de abogado, en una época en que sólo había dos juzgados en la isla: el de primera instancia e instrucción y el comarcal. 

De hecho, en los 50, con la llegada del turismo parecía que empezaba a haber una cierta actividad para muchos profesionales, lo que incluía a los abogados. Fue entonces cuando Cardona pensó en la posibilidad de darse de alta para empezar a ejercer como abogado por su cuenta. Pero el juez Pastor le llamó un día y le aconsejó que se diera de alta como procurador. Cardona le hizo caso y más adelante celebró enormemente aquel consejo y aquella decisión, como explicaba en una entrevista con Diario de Ibiza: “Aquello resultó ser un gran consejo. No había pleito en el que yo no participara como procurador, así que empecé a ganar dinero como nunca lo había ganado”. 

Vocación desde pequeño

En más de una ocasión explicó que su profesión le había gustado siempre: "Desde que el médico Pujolet me dijo, cuando yo era un niño enfermizo y enclenque, que lo mejor para mí sería ser abogado, siempre he sentido pasión por el derecho”, aseguró en una entrevista en 2010

“En el instituto, los que íbamos bien en las notas, durante el mes de mayo no teníamos que ir a clase. Aprovechaba entonces para asistir a los juicios que se celebraban en el Ayuntamiento. Me gustaban mucho. Tendría unos 16 o 17 años”, explicaba Cardona, que también recordaba como anécdota que en los ratos libres que le dejaban sus clases solía organizar un tribunal, con juez, fiscal y abogado defensor, papel este último que siempre se reservaba para él. 

Más adelante fue cuando estudió Derecho desde su casa, contando en todo momento con el apoyo de su familia. Mientras estudiaba iba desempeñando también otros trabajos: fue maestro dos años en el colegio de Dalt Vila como sustituto, porque inicialmente había comenzado a estudiar Magisterio, y a finales de la década de los 40 trabajó en Diario de Ibiza a petición, según explicó Cardona, de Isidor Macabich, que era por entonces el redactor jefe de Es Diari. 

Cuando estudiaba cuarto curso de Derecho, su familia se fue a vivir a la avenida de España y tuvieron como vecino al juez Juan Pascual, que le echó una mano en sus estudios en el último tramo de su carrera universitaria. 

Otro de los grandes momentos de su trayectoria fue cuando le nombraron, en 1992, abogado del Estado sustituto en Ibiza, o cuando se convirtió en miembro de la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Baleares, desde su fundación en 1988. 

Su intensa labor en defensa del derecho foral de Ibiza y Formentera se remonta a 1960, cuando fue designado miembro de la comisión de juristas de Ibiza que debía estudiar las normas escritas o consuetudinarias propias de las Pitiusas que estuvieran en vigor y que no coincidieran con el Código Civil vigente en ese momento. El resultado de los trabajos de esta comisión se integró, en 1961, en la ley sobre la Compilación del derecho civil especial de las Baleares. Años más tarde, Cardona sería también uno de los dos juristas ibicencos que formaron parte de la comisión balear encargada de adaptar la Compilación a la Constitución de 1978; la labor de esta comisión culminó en 1990. En 2005, el presidente del Consell de Ibiza le nombró miembro del Consejo Aasesor para el Mantenimiento, Conservación y Defensa del Derecho Foral de las Pitiusas.

En 1975 contrajo matrimonio con Margarita Monjo, también abogada como él y funcionaria del Estado. Ambos tuvieron dos hijos: Pedro, que siguió los pasos de ambos progenitores, se licenció en Derecho y es funcionario de carrera, y Ana, que estudió medicina y ejerce como oftalmóloga. Margarita Monjo, fue durante décadas y hasta su jubilación secretaria general de la delegación del Gobierno y de la dirección insular de la Administración General del Estado en Ibiza y Formentera.

Bernardo Cardona se jubiló en el año 2006, pero nunca abandonó su pasión por el Derecho: “Tengo sobre la mesa un montón de nuevas sentencias para leer y estudiar", explicaba años después a Diario de Ibiza. Hace tres años, en 2018, recibió la insignia de oro del Colegio de Abogados de Baleares tras cumplir 50 años como colegiado.

Cardona apadrinó a muchos nuevos abogados de Ibiza en el solemne acto de juramento con el que iniciaban su vida profesional, entre ellos la exDefensora del Pueblo María Luisa Cava de Llano, que le recuerda como “un magnífico profesional y compañero”. “Tenía con él una gran amistad, guardo de él muy gratos recuerdos”, recalca. 

En cuanto a sus logros profesionales, Cava de Llano ha destacado que “fue un hombre estudioso del derecho foral de Ibiza y Formentera” y que “fue condecorado con la Cruz de San Raimundo de Peñafort, que se entrega a juristas que han adquirido una relevancia importante”. “Tuve la ocasión de coincidir con él en muchos pleitos y siempre tuvimos una extraordinaria relación”, ha concluido Cava de Llano.

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