Beltrán es un niño de nueve años con diversidad funcional que ayer salió a navegar con sus 19 compañeros desde es Nàutic de Sant Antoni en una actividad enmarcada dentro de los cursos de verano inclusivos que ha organizado el club junto a Ibiza In. «Lo más importante para nosotros es la inclusión, que los niños se sientan arropados, que se lo pasen bien, que aprendan y, sobre todo, que pasen un verano agradable», explica Carlos Hortensius, monitor de vela que se encarga actualmente de acompañar a los niños con diversidad funcional en los cursos de verano Estiu In a Es Nàutic.
Ibiza In es una nueva asociación compuesta por padres y madres de niños con diversidad funcional para impulsar a que se hagan más actividades inclusivas para sus hijos. «Es la primera vez que se generan plazas específicas para personas con diversidad funcional en un espacio privado. Nuestra idea es que otros clubes y entidades que hagan actividades para niños, también reserven plazas para personas con diversidad funcional», defende Emma Torres, pedagoga terapéutica y vicepresidenta de Ibiza In.
Enrique Mas, director técnico de Es Nàutic, detalla el funcionamiento de los cursos. «Actualmente estamos en el tercer curso intensivo de verano, acogeremos a cinco grupos durante las vacaciones. En cada uno de estos, de 60 niños, siempre hay un chico o chica con diversidad funcional», explicó Mas.
Carlos Hortensius es el monitor que actualmente está trabajando con Beltrán y contó ayer su experiencia con los niños. «La vela es un deporte complicado que tiene muchos aspectos técnicos. Estamos consiguiendo que Beltrán se integre a la perfección haciendo las actividades con sus compañeros y haciendo que sean ellos quienes le ayuden», comentó el monitor.
Hortensius también dijo estar «muy contento» con la aceptación que ha recibido Beltrán y con su propio trabajo. «Estoy muy sorprendido y muy contento por la inmensa aceptación e integración que ha recibido Beltrán. Pero para mí también ha sido un proceso de aprendizaje increíble», relató emocionado.
Beltrán, al que se le veía disfrutar mucho preparando su barco de vela con sus compañeros, también quiso expresar lo bien que se lo pasa. «Me gusta mucho estar con las lanchas, con los monitores y con mis compañeros», explicó este niño de nueve años.
El objetivo principal de estas actividades, según comentó Mas, es «integrar a todos estos chicos con sus compañeros y que pasen un verano emocionante».
Por su parte, Emma Torres, pedagoga teapéutica, dejó claro que estos cursos inclusivos ayudan a los chicos con diversidad funcional a nivel social, de motricidad y cognitivo.
«Sobre todo, queremos hacer entender a la gente que no hay que tener miedo a trabajar con niños con diversidad funcional. El problema es que muchas veces no sabemos cómo actuar ante estas situaciones», remarcó Torres.
