La reina Sofía reapareció por primera vez este verano en la isla y lo hizo arropada por sus nietas tras una velada el sábado en un restaurante del Portitxol. Después de más de dos semanas alojada en el Palacio de Marivent durante sus tradicionales vacaciones, llegó su primera imagen pública pasada la medianoche. En el trayecto hasta el coche, estuvo acompañada en todo momento por la princesa Leonor y la infanta Sofía, que la cogían de la mano o sujetaban del brazo en una actitud cariñosa, mientras los Reyes, Felipe VI y doña Letizia, caminaban junto a sus hijas y la reina emérita.
En un segundo plano estaban la hermana de doña Sofía, Irene de Grecia, y sus amigos íntimos, el matrimonio formado por Tatiana Radziwill y Jean Henri Fruchaud, que también acudieron a cenar al establecimiento Ola de Mar, uno de los favoritos de la Familia Real cuando vienen de vacaciones a Mallorca. Los reyes iniciaron el descanso el sábado 31 de julio, mientras que la progenitora de don Felipe se instaló en Marivent el día 22 del mes pasado junto a su inseparable hermana.
Sin embargo, la reina emérita no había sido vista en público hasta ahora, a diferencia de otros años, en los que era más habitual verla paseando por el centro de Palma con Irene o con sus nietas y Letizia. En veranos anteriores a la pandemia también acudieron juntas al cine y al ballet, pero el año pasado se acabaron este tipo de eventos y doña Sofía tampoco asistió a una cita ineludible en su agenda, el concierto solidario a beneficio de Projecte Home, que fue organizado por la Orquestra Simfònica de Balears. En cambio, sí participó a finales de agosto en una acción comprometida con el medio ambiente, la liberación de una tortuga marina de 46 kilos.
