Las restricciones derivadas del covid limitaron los actos en Vila por el día de la patrona de las Pitiüses, Santa Maria de les Neus, a la misa en su honor en la catedral, la entrega de las Medalles d’Or de la Ciutat d’Eivissa y el concierto de Joven Dolores en el Festival Terra i Música.
Después del escaso aforo permitido el año pasado, la catedral recuperó por la tarde de ayer una imagen cercana a la normalidad con la notable afluencia de público que asistió para cumplir con la ofrenda floral a Santa Maria. El Cor Ciutat de Eivissa y la Colla de Vila acompañaron la misa oficiada por el administrador diocesano, Vicent Ribas.
« Son tres personas que han querido su profesión y la han llevado a unos niveles de excelencia»
Antes de las nueve de la noche, los invitados al acto de entrega de las Medalles d’Or de la Ciutat d’Eivissa habían ocupado todo el espacio disponible en el baluarte de Sant Pere, un inmejorable escenario, dentro del recinto Patrimonio de la Humanidad, para acoger un sentido homenaje a tres personalidades tan respetadas como apreciadas. En su discurso institucional, el alcalde, Rafa Ruiz, lamentó que los protocolos sanitarios impidieran llevar a cabo toda la celebración que se merecen los premiados.
« No era consciente de haber hecho tantas cosas, siempre he actuado sin pensar en nada»
Ruiz tuvo palabras de recuerdo para todos los profesionales del Área de Salud de Eivissa y Formentera, reconocidas el año pasado con la máxima distinción de la ciudad, «unos profesionales que se dejan la piel a diario por el bienestar de todos». Respecto a los premiados con la medalla de oro de este año, la entrenadora deportiva Julia Cano, el diplomático José Luis Roselló y el arquitecto Elías Torres, el alcalde destacó que «son tres medallistas unidos por un talento que han querido su profesión y la han llevado a unos niveles de excelencia».
Una gran pionera
«Se han convertido en referentes profesionales, pero también personales para muchos de nosotros». Sobre Cano, nacida en Melilla en 1930 e instalada en Eivissa desde 1943, donde se convirtió en la primera docente con el título oficial de profesora nacional de Educación Física, el alcalde valoró que ha sido una dinamizadora de las actividades deportivas, sobre todo en la especialidad de gimnasia rítmica. Como deportista, Cano registró récords en salto de longitud y lanzamiento de jabalina.
«Hablar de Julia Cano es hacerlo de la historia del deporte en Eivissa, que las mujeres también han construido, aunque no siempre aparezcan en los libros», recordó Ruiz. «Con esta merecida medalla, reivindicamos la persona y la carrera de Julia Cano y esperamos también crear conciencia sobre la importancia de todas aquellas mujeres que han sido fundamentales para convertirnos en aquellos que ahora somos», incidió el alcalde.
A la hora de recoger su distinción, Cano protagonizó el momento más divertido de la velada bromeando con su currículum. «La verdad es que no era consciente de haber hecho tantas cosas. Yo siempre he actuado sin pensar en nada». «Os quiero», agradeció, emocionada, mostrando la medalla a la zona donde se encontraba su familia.
« Mi padre me inculcó el profundo amor que siempre he sentido por Eivissa»
El segundo premiado, Jose Luis Roselló, nació a pocos metros del baluarte, en la plaza del Parque, «en una ciudad y una isla que se le quedaron pequeñas bien pronto», señaló el alcalde. Tras ingresar en la carrera diplomática, inició un periplo que le llevó a Managua como consejero de la Embajada de España; cónsul y consejero cultural en Nueva York y después, en la misma ciudad, ministro de la Misión Permanente de España en las Naciones Unidas; en Rabat, cumplió como jefe de la Oficina Comercial de España en Marruecos y ejerció como embajador en Angola, Bahrein, Kuwait y el Sultanato de Omán, entre otros numerosos cargos diplomáticos.
Entre los grandes hitos de su carrera, destaca su papel en la recuperación del Guernica de Picasso durante su etapa en Estados Unidos. Roselló quiso dedicar el premio a la memoria de sus padres: «Mi padre me inculcó el profundo amor que siempre he sentido por Eivissa y de mi madre heredé el talante liberal».
« Esta ciudad y esta isla construyeron los cimientos de lo que soy hoy en día»»
Nostalgia de esa Eivissa
El alcalde citó a Antonio Gaudí para dar paso al tercer homenajeado de la noche: «La originalidad consisten en volver al origen y, por tanto, es original aquello que vuelve a las primeras soluciones». Tras estudiar en Barcelona, donde formó tándem profesional con José Antonio Martínez Lapeña, se convirtió en referente internacional, hasta el punto de que, en 2016, el ibicenco recibió el Premio Nacional de Arquitectura junto a su inseparable socio.
«Es un arquitecto de soluciones, respetuoso con la herencia recibida y, a la vez, plenamente consciente del momento que le envuelve», destacó el alcalde. A la hora de recoger su premio, Torres evocó con nostalgia la Eivissa de su infancia y juventud, donde «la gente se conocía y se reconocía en los otros, había respeto, calma, silencio en vez de ruido y nada de ostentación». «Esta ciudad y esta isla construyeron los cimientos de lo que soy», proclamó.