El Hospital Can Misses vuelve a blindarse para tratar de evitar los contagios de coronavirus, según ha anunciado esta mañana la conselleria balear de Salud. A partir de hoy, se suspenden las visitas a los pacientes ingresados. Quienes acudan a consultas tampoco podrán ir acompañados. Desde esta mañana, únicamente pueden acceder "acompañantes de dependientes y menores". Ésta es la segunda vez que el hospital se cierra a todos los que no sean profesionales, pacientes o usuarios. De hecho, aunque ya se permitían visitas y acompañantes, el hospital seguía cerrado a mensajeros y servicios de comida a domicilio.

Además, tampoco se permite desde hoy la entrada al recinto hospitalario de ONG o voluntarios, han informado desde la conselleria.

De la misma manera, el hospital da un paso más en el plan de contingencia y a partir de ahora, la zona de Cirugía Mayor Ambulatoria acogerá a pacientes graves que, si bien no necesitan estar en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), sí requieren de un control más intenso del que se lleva a cabo en planta. Esto supone suspender las operaciones ambulatorias, es decir, las que no requieren ingreso de los pacientes. Hasta el momento, tras el acuerdo del Hospital Can Misses con el de Son Dureta, en Mallorca, para derivar allí a los pacientes críticos de coronavirus, se intentaba evitar ocupar esta zona de cirugía. Primero para respetar las vacaciones del personal y también para poder mantener parte de la actividad quirúrgica programada y no suspender las operaciones que no requieren ingreso con el objetivo de evitar que se dispare la lista de espera.

La semana pasada, Can Misses redujo ya la actividad quirúrgica y mantuvo únicamente las operaciones urgentes, preferentes, oncológicas y ambulatorias. Ahora estas últimas quedan también anuladas para poder ocupar la zona de Cirugía Mayor Ambulatoria.

Desde Salud han señalado que en estos momentos la unidad de media estancia Ca na Majora, destinada básicamente a contagiados procedentes de residencia, acoge a una decena de pacientes.