Su obra no pasa inadvertida ni deja indiferente a nadie. Su arrolladora vitalidad y su personalidad son también parte de la forma de entender el arte audiovisual, la creatividad publicitaria, los documentales de televisión y las controvertidas fotografías de célebres personajes como Diana de Gales, la reina Isabel de Inglaterra, Donald Trump, Meghan Markle, Kim Kardashian, Kanye West y Elton John, entre otros. Todas ellas realizadas con personajes de parecida fisonomía a los reales, pero difíciles de diferenciar bajo su óptica narrativa, que mezcla lo real con lo falso de forma magistral.
Alison Jackson es una fotógrafa, publicista y directora de televisión con numerosos premios internacionales que ha trascendido a nivel mundial por su controversia, sonados montajes y su irreverencia a la hora de plasmar planos y situaciones fotográficas basadas en personajes populares. «Quiero mostrar a los famosos que todo el mundo conoce de otra forma, en la que lo real y lo falso les confunda y que permita imaginar cómo son realmente lejos del foco mediático y de la fotografía, que engaña».
Alison Jackson es licenciada por el Chelsea College of Art and Design y escultora y tiene en su haber varios premios Bafta. Su obra ha colgado de numerosos museos y algunas de sus fotografías y esculturas, como una del expresidente norteamericano Donald Trump, han sido vetadas en galerías americanas y londinenses por su carga de sexualidad y morbosidad estética. Pese a ello, Jackson logró exponerla en un escaparate de una boutique del Soho londinense y obtener un enorme éxito de público y también captar el interés mediático.
En el acto inaugural de la exposición en el hotel Casa Munich, que podrá verse hasta el 30 de octubre, la anfitriona Silvana Oshiro reunió al coleccionista de arte Scott Willian, el actor americano Ray Stevenon, la actriz peruana Nat Kelley, la diseñadora Virgina Vald, los empresarios Christian Braun y Paz Martínez, entre otros.
