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Reclama al Govern 200.000 euros por provocar a su hija una fobia a las agujas

La madre de una menor demanda al IB-Salut por provocarle un temor a las extracciones de sangre - El TSJB deniega la indemnización

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Una mujer extranjera, con residencia en Baleares, presentó una demanda contra el IB-Salut, acusando a la administración sanitaria de provocarle una fobia a las agujas a su hija menor de edad. Y en esta demanda reclamaba una indemnización de 200.000 euros a favor de la menor, una petición que ha sido finalmente rechazada por los tribunales.

Esta demanda ha sido estudiada por el Tribunal Superior de Justicia de Baleares. Los hechos se sitúan el día 6 de febrero del año 2017 en un hospital público de las islas. La niña, de trece años de edad, se había trasladado de Estados Unidos a Baleares. Era una menor con problemas, que obligaban a una atención médica continua. Así, en una de las visitas el médico solicitó que se le practicara a la paciente una analítica sanguínea, para comprobar sus niveles. La madre denunció que, antes del pinchazo, la niña ya sufría algunos temores ante las agujas. Afirmó también que la enfermera se negó a utilizar un bloqueador del dolor. Señaló que la sanitaria le estuvo hablando de forma despectiva, se mostró insensible, «hostil y poco profesional con su hija», no estando atenta cuando le realizaba la punción. Utilizó varias veces la misma aguja, y tuvo que realizar hasta tres pinchazos hasta que localizó la vena de la niña. La paciente, siempre según la versión de la madre, sufrió un fuerte hematoma en el brazo, que quedó hinchado y le dolió durante varios días. Esta experiencia en la extracción de sangre empeoró la fobia a las agujas de la niña, por lo que la madre decidió acudir a los tribunales para demandar a la organización sanitaria balear y cuantificó que las lesiones de su hija debían recompensarse con una indemnización de 200.000 euros.

Sin embargo, ninguna de las sanitarias que estuvo en la sala de extracciones recordaba incidente alguno con la menor a la hora de pincharle para sacarle sangre. Dijeron también que no existía ningún protocolo específico para atender a menores con cuadros médicos complicados.

En contestación a la demanda, la organización sanitaria facilitó a los jueces toda la información referente a esta paciente de trece años, así como el comportamiento mostrado por la madre. Hace hincapié, por ejemplo, que la mujer decidió sacar a la niña del colegio, a pesar de que la recomendación del psiquiatra infantil sugería todo lo contrario.

El tribunal ha analizado las pruebas y no ha observado ninguna irregularidad en la extracción sanguínea que relacione este acto médico con la fobia que está sufriendo la pequeña. Por esta razón, los jueces dan la razón a la administración sanitaria y rechazan la demanda millonaria que presentó esta mujer extranjera, que se ha quedado sin los 200.000 euros que exigía.

El brazo no requirió atención médica

A pesar de la grave lesión que la madre describió en la demanda, afirmando que el brazo de su hija se amorató y le estuvo doliendo durante días, la menor nunca fue atendida por este cuadro. Es más, varios días después de practicarse la analítica de sangre la niña fue atendida por el médico. En su visita al facultativo en ningún momento, ni madre, ni hija, le informaron de molestia alguna en el brazo. Tampoco a los médicos les consta que la paciente menor tuviera ningún tipo de fobia a las agujas, al menos este dato no queda reflejado en su historial. Se trata de una menor que está sometida a tratamiento de un especialista en psiquiatría infantil. El servicio médico ha estado realizando un control constante sobre esta paciente, a través de visitas mensuales. La madre se quejó de la atención y exigió un cambio de médico. Nunca consultó sobre la supuesta lesión en el brazo de su hija.

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