El apartahotel Rosamar entra hoy en servicio reconvertido en punto para cuarentenas con el fin de aliviar las altas tasas de ocupación del hotel puente de Platja d’en Bossa, cercano a la saturación. Se prevé que entre hoy y mañana se traslade a una veintena de personas al nuevo alojamiento, informó ayer Salud.

El interior de uno de los apartamentos del Rosamar. | ASEF

De entrada, el hotel, situado en la bahía de Sant Antoni, habilitará 60 nuevas plazas, aunque los próximos días ampliará su capacidad hasta los 110 apartamentos dobles, que se sumarán a las 84 habitaciones con que cuenta el otro alojamiento para cuarentenas. El establecimiento ha sido cedido a Salud hasta el 30 de septiembre -el término del plazo es prorrogable- por un coste de 297.000 euros (IVA incluido). Además, la ocupación de cada una de sus plazas acarreará un coste de 25,3 euros por persona y día.

El acuerdo mediante el que se ha habilitado el nuevo establecimiento se aprobó por un procedimiento de urgencia, dado el elevado nivel de ocupación del hotel de Platja d’en Bossa, que alcanza el 92,8% según los datos del registro más reciente. 78 de sus 84 habitaciones están ocupadas, y en él se alojan ya 90 personas, ya que los miembros de una unidad de convivencia pueden compartir apartamento.

La tasa de ocupación del hotel de Formentera también es ya elevada, del 89,5%.