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Crisis sanitaria | Las nuevas medidas

El Govern recorta la vida nocturna de Ibiza en un intento de frenar los contagios

Bares y restaurantes deberán cerrar a la 1 de la madrugada y se descarta, por el momento, que puedan abrir las discotecas | El Ejecutivo pretende luchar contra el botellón con multas que pueden alcanzar los 5.000 euros para quienes participen en ellos

Vicent Marí saluda a Carmen Santos, gerente del Área de Salud pitiusa, antes de la reunión. Zowy Voeten

Ibiza se queda, a partir del jueves, sin vida nocturna. Así lo confirmó ayer por la tarde la consellera balear de Presidencia, Mercedes Garrido, después de reunirse en el Consell con representantes de esta institución, los ayuntamientos de la isla y la gerente del Área de Salud de Ibiza y Formentera, Carmen Santos. El objetivo es, según explicaron tanto ella como el presidente del Consell, Vicent Marí, tratar de frenar los contagios para poder mantener la temporada turística. Tanto Garrido como Marí insistieron en que estas medidas se toman por los «preocupantes» números de las incidencias y la presión hospitalaria y repitieron un sinfín de veces la importancia de que la población se vacune «para salvar vidas y la economía».

Las nuevas restricciones suponen un paso atrás en la ansiada desescalada y se anunciaron después de una jornada de intenso debate en el que se llegó a plantear, incluso, recuperar el uso obligatorio de la mascarilla en exteriores. Medida, esta última, que no estaba claro si se podría aplicar, teniendo en cuenta que el Gobierno central la suprimió hace menos de un mes. Finalmente, tras el estupor que provocó el planteamiento de esta medida entre la población, el Govern se limitó a «pedir a todo el mundo que la lleven si no se puede guardar el metro y medio de distancia».

«Hay que luchar contra el botellón», afirmó Garrido, que señaló que desde este jueves quienes participen en uno de ellos pueden llevarse una multa especialmente cuantiosa. Sólo por acudir la sanción será de mil euros, dos mil si quien está ahí es contacto estrecho de un positivo y un mínimo de 5.000 si se salta la cuarentena para beber en la calle. Todas estas cuantías aumentarían en el caso de que haya una reincidencia, matizó. También se incrementan las multas a los establecimientos que, sin ser bares ni restaurantes, vendan alcohol pasadas las diez de la noche: un mínimo de 2.000 euros.

Parques y playas cerrados

Asimismo, parques y playas estarán cerrados entre las diez de la noche y las seis de la mañana, ya que se trata de los lugares en los que más gente se concentra para beber.

Una vez más, las restricciones son sinónimo de varapalo para el sector de la restauración. Los bares y restaurantes deberán cerrar a la una de la madrugada. Además, se restringe de nuevo el número de ocupantes de las mesas: no más de cuatro en el interior de los locales y no más de ocho en el exterior.

La una de la mañana vuelve a convertirse en la hora de Cenicienta. A partir de ese momento, en realidad, sólo se podrá estar en la calle paseando. Y sólo con convivientes. Aunque aún debe aprobarlo el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJB), el Govern pretende prohibir los encuentros entre personas que no comparten casa entre la una y las seis de la mañana. No se podrá quedar con nadie ni en espacios públicos ni privados, ni cerrados ni al aire libre. Garrido señaló que la intención del Govern es que esta medida se mantenga un mes, aunque podría revisarse en quince días. Si el TSJB da el visto bueno, entraría en vigor este fin de semana. Ese mismo día, el 24, también entraría en vigor tras recibir el beneplácito del tribunal, la prórroga de los controles en puertos y aeropuertos que ha reclamado el Govern. Su intención es que se mantengan hasta el 15 de septiembre, comentó la consellera.

Petición

Liberar el código QR del certificado covid 

El Govern ha pedido al Gobierno que libere el código QR del pasaporte covid para que sólo puedan acceder a diversas actividades quienes estén vacunados.

«En el caso de Ibiza nos preocupan especialmente las fiestas ilegales», indicó la consellera de Presidencia. Por este motivo, detalló, en el Consell de Govern extraordinario de hoy se aprobarán sanciones para los propietarios de viviendas en las que se celebren fiestas ilegales y que se nieguen a facilitar el nombre de la persona a la que alquilaron el espacio y organizó la fiesta. «La multa será equivalente a la del organizador de la fiesta, salvo que colaboren», insistió la consellera, quien, además, se mostró convencida de que ese tipo de multas se cobrarán: «Se encarga de ello la Agencia Tributaria, y ya sabemos cómo se las gasta». En este sentido, Garrido detalló que en Ibiza hay propuestas de sanción cuantificadas en 1,3 millones y de 144.000 euros en Formentera.

Las nuevas restricciones también afectan a los aforos de actividades culturales y deportivas. En los recintos deportivos será del 50% sin superar los 500 en espacios cubiertos y los 2.500 al aire libre. En cuanto a las actividades culturales, se permite el cien por cien del aforo si no se superan las 300 personas. Se reduce al 75% siempre que no haya más de 500 en interiores ni 2.500 en exteriores.

La mayoría de estas medidas afectan únicamente a Ibiza en las Pitiusas. Formentera, «la isla en la mejor situación», según su presidenta, se libra de las que afectan a los aforos y los horarios, ya que no alcanza los 350 casos por cien mil habitantes. Se hará, eso sí, una campaña para promocionar el uso de la mascarilla en exteriores.

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