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Procesión marinera

Es Cubells desafía al covid y celebra su procesión marinera

Medio centenar de personas acompañan a la Virgen del Carmen en la tradicional procesión marinera de es Cubells

La Virgen navega pese al covid |

La tradicional procesión marinera de es Cubells se ha vuelto a celebrar, dos años después. Residentes y algunos turistas curiosos acompañaron a la Virgen del Carmen hasta el embarcadero, desde donde zarpó acompañada de varios barcos. Algunos parroquianos se emocionaron al volver a embarcar la imagen de la patrona del mar, ya que el año pasado no fue posible por la crisis sanitaria. 

«La primera vez que se subió la Virgen a un barco para celebrar la procesión marinera fue en 1965, y desde entonces, siempre que el tiempo lo permitía, bajábamos a hacer la procesión. Por eso, que el año pasado se suspendiera se hizo difícil», explica emocionada Pepita Roig de Can Reyal, una vecina de es Cubells que asiste a la conmemoración de la Virgen del Carmen. Hace ya más de 60 años que se acabó de construir la iglesia de esta localidad, y fue muy poco después cuando se empezó a celebrar la tradicional procesión marinera. Ayer, después de dos años sin poder llevarse a cabo a consecuencia de la pandemia, la imagen de la Virgen del Carmen volvió a embarcarse.

La Virgen navega pese al covid |

A las diez de la mañana, medio centenar de personas asiste a la solemne misa en la iglesia del pueblo. Media hora después, el diácono de la parroquia sale por la puerta del santuario con la imagen de la Virgen del Carmen en las manos y los parroquianos emprenden el camino hacia el embarcadero. El grupo baja por un complicado y empinado camino de tierra, con flores en las manos, mientras rezan y algunos tocan las castanyoles y la flaüta. Al llegar a la orilla, Protección Civil, que ha seguido al grupo en una furgoneta, ayuda a quien quiere embarcarse con la Virgen.

La Virgen navega pese al covid |

Ya en el ‘Mistral’, el barco que acoge al diácono y a la imagen, se reparten flores entre los asistentes. En un ambiente festivo y músical, el barco zarpa y unas pocas embarcaciones le siguen en su travesía. «Hace 20 o 30 años, todos los pescadores de la zona salían con sus barcas para la procesión. El problema es que ya no quedan casi pescadores y la tradición se empieza a perder», cuenta apenado Antonio Cardona, de Can Pujolet. Tras un rato de navegación, el ‘Mistral’ fondea y el resto de embarcaciones dan vueltas a su alrededor mientras la gente lanza flores al mar. En uno de esos barcos, el cantante de Morning Drivers, Miquel Marí, toca las castanyoles.

La Virgen navega pese al covid | FOTOS DE VICENT MARÍ

«Se me ponen hasta los pelos de punta al recordar cómo era antes. Sigue siendo muy bonito, pero era espectacular ver a tantos barcos saliendo a la vez. Además, todos iban decorados y hasta se lanzaban petardos desde las embarcaciones», recuerdan Francisca Ferrer, de Cas Pou, y Sandra Marí, de Can Palermet. Finalmente, entre gritos de ‘Viva la patrona’ y muchos aplausos, la Virgen del Carmen vuelve a tierra firme... Hasta el año que viene, si el virus y el tiempo lo permiten.

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