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El Govern estudia volver a limitar las reuniones sociales

Lo que se descarta por ahora es el toque de queda

Concentración nocturna en el puerto de Vila el pasado fin de semana. | POLICÍA LOCAL

El Govern estudia volver a limitar las reuniones sociales ante la nueva ola de contagios de coronavirus. Ante el aumento descontrolado de los casos, el gobierno de Francina Armengol ya trabaja en la actualización de las restricciones que debe aprobarse la próxima semana y la principal medida que se está sopesando en estos momentos es la de restringir el límite de personas en las reuniones sociales. De momento, se antepone hacerlo en lugares públicos, ya que se hace pensando principalmente en botellones y concentraciones similares, pero tampoco se descarta extenderlo a otros espacios, como terrazas e interiores de la hostelería o domicilios particulares. Lo que sí queda aparcado por ahora es otro toque de queda.

Los récords de contagios que se están registrando estos días, con 795 nuevos casos el jueves y 864 ayer, se están traduciendo también, pese al avance de la vacunación, en un aumento de la presión hospitalaria que ya ha obligado a hospitales a activar sus planes de contingencia con más camas UCI, reprogramación de intervenciones quirúrgicas y a suspender vacaciones del personal sanitario. Además, países como Alemania, Reino Unido o Países Bajos han sacado a las islas ya de sus listas de destinos seguros. Ante el cambio de escenario, el Govern ha decidido actuar.

Si en la última actualización se decidió no avanzar en la desescalada, en la próxima, que deberá anunciarse la próxima semana, ya se planea dar un paso atrás. Descartado el toque de queda, tal y como dejó entrever ayer la consellera de Salud, Patricia Gómez, las medidas que se barajan en estos momentos son las vinculadas a la limitación de personas en las reuniones sociales, principalmente con el foco puesto en botellones y concentraciones similares. El Govern de momento estudia llevar la limitación a los espacios públicos, pero no se descarta terrazas e interiores de la hostelería o también domicilios particulares, para evitar que cualquier limitación no se traduzca sólo en desplazar las concentraciones y situaciones de mayor riesgo de un lugar a otro.

Aval del tribunal

Al afectar cualquiera de estas medidas a derechos fundamentales, en este caso el de reunión, deberían ser avaladas antes de su aprobación por el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB).

«Trabajamos con Salud para ver cómo afrontamos esta situación», explicaba ayer en declaraciones a los medios la presidenta del Govern, Francina Armengol. «Mientras no tengamos la inmunidad de rebaño, es importante mantener la prudencia», añadió, recordando que quienes se están contagiando más son «las personas más jóvenes», por lo que ya apuntó que «deberíamos evitar determinados tipos de aglomeraciones», en alusión a botellones.

Cabe recordar que pese a que la patronal Pimem apoya el toque de queda si es después del cierre de la restauración, y también lo hace UGT, rechazan la medida tanto la CAEB como el sindicato CCOO por considerar esta medida «cosmética».

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