«Para nosotros es peor noticia la de los holandeses que la de los ingleses». Alfonso Rojo, presidente de la Pimeef, atiende la llamada de Diario de Ibiza pocos minutos después de conocer la noticia de que TUI Holanda cancela sus operaciones con Baleares durante dos semanas y no puede disimular su preocupación: «Si los turoperadores deciden no venir, si se pierde la conectividad, tenemos un problema grave».
«El Gobierno holandés no prohíbe venir a Baleares, solo dice que si no están vacunados, cuando vuelvan a su país tienen que hacerse una PCR. Sin embargo, TUI va mucho más allá y decide cancelar las conexiones», explica Rojo. «Es una empresa privada, puede hacer lo que quiera, pero creo que es una decisión demasiado drástica».
El presidente de Pimeef cruza los dedos para que no se produzca la tormenta perfecta que todo el mundo teme: que tras TUI Holanda se desate una alarma que genere un efecto dominó que arrastre a otros turoperadores y gobiernos y suponga el fin de una temporada turística que empezó tarde pero que ha arrancado el mes de julio de una manera muy prometedora.
Una sensación de alarma que, según el vicepresidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales (CAEB) en las Pitiusas, José Antonio Roselló, empezó en un momento y una fecha muy concreta: «Al día siguiente de recibir el semáforo verde del Reino Unido se desató la explosión de casos en Mallorca y Menorca». Roselló se lamenta de que «mientras la asociación Ocio de Ibiza está haciendo una muy buena gestión, en otras partes parece que sea Jauja y solo hay que ver el concierto de reggaeton que hubo en Palma y que fue uno de los detonantes de esta situación».
La retirada de turoperadores podría provocar una reducción drástica del número de conexiones aéreas
El presidente de la patronal pitiusa relativiza la importancia de la decisión del Gobierno británico, que califica de «esperable». «El miedo era que nos pusieran el semáforo rojo. Con el semáforo ámbar, los británicos vacunados pueden venir libremente», recuerda Rosselló. A día de hoy, el 55% de los británicos ya están vacunados con la pauta completa: «Si esta decisión se hubiera tomado hace un mes y medio, sería un desastre. Ahora no lo es tanto».
Los empresarios ya contaban con la decisión del Gobierno británico y confían en que no afecte al turismo familiar
Los empresarios ibicencos todavía recuerdan la situación vivida el verano de 2020, cuando un cambio de criterio drástico en el Gobierno británico provocó el cierre de ese mercado emisor y que muchos hoteles tuvieran que cerrar, prácticamente, de un día para otro. «Tenemos un problema grave con el turista joven británico de entre 18 y 35 años, aunque espero que la posibilidad de venir a Ibiza sea un acicate para que se vacunen», señala Roselló, y confía en que «si las cifras de contagios se mantienen controladas, el turismo familiar británico no está en peligro. En zonas como la bahía de Sant Antoni o es Canar no esperamos muchas cancelaciones, pero sí un retraimiento de la demanda».
El ejemplo británico
Rojo coincide en que la trascendencia de la decisión británica no radica en las supuestas cancelaciones que provoque, sino en la reacción que pueda causar en otros mercados emisores y que cunda su ejemplo. «El turismo británico ha sido el último en incorporarse a este temporada. Sin él ya íbamos funcionando. Lo peor es que ahora se genere miedo y se extienda la alarma en los mercados emisores. Nos enfrentamos a una situación fea».
Para contrarrestar estas noticias negativas, considera que es imprescindible insistir en una cosa: «Información, información y más información. Esos son los deberes tanto del Govern como del Consell».
«Cuando aseguramos que somos un destino seguro no engañamos a nadie. Lo somos. Si ves las cifras de contagios por covid podría parecer que la situación es grave, pero apenas hay pacientes ingresados. Convivir con la enfermedad es eso. Todos éramos conscientes de que al empezar a venir los visitantes también subiría el número de casos», añade por su parte el presidente de Pimeef.
