El portavoz del grupo del PSOE, Vicent Torres, calificó de «capricho particular» del presidente, Vicent Marí, la construcción de la segunda fase del Palacio de Congreso, cuya financiación, presupuestada en 23 millones, se pretende lograr a través de los fondos europeos Next Generation. «Debe de ejercer de presidente del Consell y no de alcalde de Santa Eulària», le reprochó Torres, que recordó a Marí que su gobierno dejó un proyecto de ampliación del Recinto Ferial, con un coste previsto de 6,6 millones de euros, para impulsar el turismo de congresos y eventos.
Torres echó en cara a Marí que ha estado «ausente» durante la crisis sanitaria «para evitar el desgaste que supone asumir responsabilidades». También tachó de «decepcionante» la gestión de servicios sociales durante el último año y recordó las colas en la calle de «un millar» de personas, «expuestas a todo el mundo», para solicitar la ayuda covid. «Fue vergonzoso desde el principio hasta el final», criticó el portavoz socialista, al tiempo que arremetió contra la consellera de Bienestar Social, Carolina Escandell, porque «se cree que luchar contra el maltrato de las mujeres es comprar velitas para regalarlas».
El portavoz del PP, Mariano Juan, replicó a Torres que el gobierno actual ha eliminado la lista de espera de seis meses que había en el anterior mandato para que las mujeres víctimas de violencia de género tuvieran tratamiento psicológico. «Y habla de velitas. Hay que tener vergüenza», dijo Juan.
El portavoz de Unidas Podemos, Antonio Saucedo, criticó que el gobierno del PP y Cs «no ha hecho nada excepcional» y, para ello, «se ha parapetado en que no tiene competencias ni dinero». «No han presentado en un año ni un solo proyecto ni solución para salir de la crisis», indicó Saucedo.
También recordó el anuncio incumplido por parte del equipo de gobierno del precinto de pisos turísticos ilegales. «Ni uno», dijo Saucedo, al tiempo que lamentó la negativa a abrir un nuevo expediente de sanción a la plataforma Airbnb después de que se tuviera que dar carpetazo por un defecto en su tramitación al que se abrió en el pasado mandato.
La consellera tránsfuga Marta Díaz dio una vez más su «voto de confianza» a la gestión del equipo de gobierno, aunque echó en falta que sea «más reivindicativo». Díaz arremetió contra el Ayuntamiento de Ibiza por destinar fondos de la ley de capitalidad a la reforma del Mercat Vell y sa Peixateria (dijo que era «un fraude de ley») o la compra del solar del antiguo hospital de Dalt Vila en lugar de dotar a la ciudad de más aparcamientos.
El vicepresidente segundo, Javier Torres, de Ciudadanos, resaltó que el gobierno de coalición con el PP «funciona» y que generar «polémicas» para «marcar un perfil propio no sirve de nada y es perder el tiempo». Además, destacó la eliminación de la espera para pasar la ITV de los vehículos y el alto porcentaje de ejecución del presupuesto de la institución.