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Arte

La Nave de ses Salines, en Ibiza, se abre al arte español emergente con Rafa Macarrón

El espacio expositivo, que ha albergado a artistas de renombre como Kaws, Bill Viola o Kenny Scharf, dedica su sexta temporada a uno de los creadores españoles con más proyección internacional, un exciclista madrileño cuyas obras triunfan en EE UU

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Exposición en La Nave de Ses Salines Vicent Marí

La Fundación La Nave Salinas de Ibiza llevaba tiempo pensando en dedicar su exposición anual a un artista español y ha sido en 2021, después de más de un año de parón debido a la pandemia, cuando por fin se ha decidido a dar el paso apostando por un talento emergente, Rafa Macarrón (Madrid, 1981). La muestra, titulada ‘El bañista’ en honor al cuadro que fue el punto de partida de la colección de 17 obras que se exponen en el interior del antiguo almacén de sal, se inauguró ayer. A la cita acudió Macarrón, que a mediodía ejerció de guía para explicar a los medios de comunicación las claves de esta exposición, que encaja como un guante en el entorno que la rodea, la playa de ses Salines. Los promotores de la muestra son el fundador de la Nave, Lio Malca, y otro importante coleccionista de arte afincado en Los Ángeles, Alberto Chehebar, que ayer acudió a la presentación y explicó por qué se decantaron en esta temporada por el creador madrileño, al que definió como «un genio». «Para mí Rafa es uno de los mejores artistas emergentes de España y del mundo. Lo que siento al mirar su obra es pura magia», afirmó.

«Para mí Rafa Macarrón es uno de los mejores artistas emergentes de España"

Alberto Chehebar - Promotor de la exposición 'El bañista'

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Todas las pinturas que cuelgan de la paredes de la Nave están realizadas en 2021 pensando en este espacio y en Ibiza. Contó ayer Macarrón que al ver el lugar donde iba a exponer, «tan geométrico», sintió «pánico o, mejor dicho, respeto» porque se enfrentaba al reto de conseguir componer un espacio que fuera «armónico» visto desde todos los ángulos y en el que todas las piezas dialogasen entre sí. Aunque parecía complicado, lo consiguió.

Otro de los aspectos que marcó la exposición fue la idea de conseguir transmitir a través de los lienzos «un rayo de esperanza» después de una época oscura marcada por el coronavirus. Qué mejor para ello que pensar en el verano, el azul del Mediterráneo y la luz y las playas de Eivissa. Todos esos elementos inspiran ‘El bañista’, una muestra que navega entre el expresionismo, el surrealismo y la abstracción y en la que hay cabida tanto para los colores más vibrantes como para el blanco y el negro. Con los primeros, el artista pintó playas superpobladas que recuerdan por su profusión de detalles a la obra de El Bosco, pero en versión contemporánea. Frente a ellas, tres cuadros verticales de gran formato, en los que el fondo negro sirve para resaltar la figura de personajes que esta vez cobran todo el protagonismo en solitario.

Macarrón ha trabajado para esta exposición sobre lino puro, pero también sobre papel y pasta de papel, buscando siempre «la frescura y la espontaneidad». «Aunque no suelo exponer mis dibujos, aquí me pareció importante introducir el papel. Dibujo constantemente y es así como evoluciono», subrayó.

En las obras de esta exposición se notan claramente las influencias de Macarrón: Picasso y Miró, pero también Goya, Velázquez y Zurbarán. Y es que una de las ideas que sirvió de punto de partida para ‘El bañista’ fue la de hacer un recorrido por la historia de la pintura española teniendo en cuenta que Macarrón es el primer artista de esta nacionalidad que expone sus obras en la Nave.

Rapidez y espontaneidad

Los cuadros de ‘El bañista’ fueron creados en el estudio que el artista tiene en Las Rozas, en Madrid. Empleó todo tipo de materiales, como óleo, pastel, lápiz, rotulador o acrílico.

Macarrón pinta y dibuja rápido. No suele tardar más de una semana en hacer una obra y es que para él es importante que la obra transmita espontaneidad aunque esté trabajada. En el caso de ‘El bañista’ no todas las piezas las realizó en este corto espacio de tiempo. Para pintar la playa más grande que Macarrón ha creado, que se puede admirar en la Nave, invirtió dos meses.

Además de sus cuadros, en el exterior del antiguo almacén de sal se pueden admirar dos grandes esculturas en bronce de Macarrón, que se pudieron ver recientemente en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga. «Son ‘El hormiguero’ y ‘El perro’», explicó la directora de la Nave, Alejandra Navarro, después de detallar que ‘El bañista’ se podrá visitar hasta el próximo mes de octubre de miércoles a domingo de 12 a 20 horas y que la entrada, como siempre, será gratuita.

A la presentación de la muestra acudió la familia del artista madrileño, entre ellos su padre, el arquitecto Rafael Macarrón, que habló, entre otras cosas, de la temprana vocación artística de su hijo, fisioterapeuta de formación, excliclista y artista autodidacta. Fue con 25 años que Macarrón, que pintaba desde los cuatro, decidió dedicarse por completo al arte. Lo que empezó siendo una prueba de un año se ha convertido en una exitosa carrera en la que ha cosechado galardones como el Premio BMW de pintura de 2010. «Rafa despuntó desde pequeño y esto no es el resultado de un sueño sino de lo que él mismo ha ido forjando día a día», concluyó el padre de Macarrón.

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