La Policía Local de Sant Josep y la Guardia Civil inician durante todo este fin de semana un dispositivo especial de vigilancia para parar los botellones, explicaron desde el Ayuntamiento del municipio.

«El objetivo es garantizar la seguridad ciudadana y el orden público en los lugares donde se ha detectado un incremento de las concentraciones de grupos de jóvenes para la práctica del botellón», expresaron a través del comunicado.

Los agentes reforzarán desde esta madrugada su presencia en los lugares donde habitualmente se producen estas aglomeraciones, con el fin de prevenir el consumo de alcohol y otras sustancias en la vía pública. Los agentes perseguirán otras prácticas que alteran la convivencia, «como poner la música muy alta durante la noche y molestar a los vecinos», explicó la teniente de alcalde de Policía, Pilar Ribas.

Según explicó el Consistorio, «las denuncias por consumir alcohol en la calle se han incrementado con el levantamiento de las restricciones a la movilidad nocturna» y suponen «una alteración grave allá donde se registran, normalmente en zonas urbanas del municipio próximas a la costa, especialmente en algunas de nuestras playas», informó Ribas.

El consumo de alcohol en la calle es una práctica sancionada por las ordenanzas municipales con multas que pueden llegar a los 1.500 euros.

Por su parte, las alteraciones de la convivencia, como poner el equipo de música del coche a un fuerte volumen con las puertas abiertas, le pueden suponer al infractor otra multa de hasta 12.000 euros, recordaron desde el Ayuntamiento.