El equipo de investigación encargado de la búsqueda del cuerpo de Nuria Escalante, formado por agentes de la Policía Local de Sant Antoni y la policía judicial de la Guardia Civil, halló ayer diferentes prendas de ropa dentro de uno de los pozos de la casa okupa de la calle Pablo Picasso. Al parecer, una de las prendas, la más pequeña, podría pertenecer a una mujer, según informaron fuentes oficiales de la investigación. Un equipo de especialistas examinará la ropa, que ayer por la tarde se encontraba secándose, para determinar si perteneció a Escalante.
En primer lugar, los agentes elaborarán un informe detallado con las prendas halladas. A continuación, mediante fotos de archivo de la desaparecida y con la ayuda de personas que la conocían, los investigadores podrán determinar si las prendas pertenecían a Escalante.
Debido al mal estado y a la cantidad de basura acumulada en los pozos donde se encontró la ropa, los investigadores explicaron que es «imposible» extraer ADN de las prendas. Con respecto al agua drenada de los dos pozos, cuatro fosas sépticas y la cisterna registradas entre el miércoles y el jueves, la Guardia Civil procedió a su volcado en busca de pequeñas pistas que llevaran hasta Escalante, como un «pintalabios» o un «teléfono móvil», explicaron. La búsqueda se saldó con un resultado negativo.
Los investigadores centraron las jornadas de rastreo de los restos de Escalante en la vivienda adyacente a la antigua casa en la que residía uno de los principales sospechosos de su desaparición, en 2018, debido a una nueva pista cuya naturaleza no ha trascendido. Fuentes cercanas al caso indican que la propia Escalante pudo haber residido allí durante los días previos a su desaparición.
A las 9.45 horas de ayer, 15 minutos después de que comenzaran los trabajos de registro, un furgón del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil llegó hasta la casa de la calle Pablo Picasso. Con la ayuda de un camión empleado para la limpieza de aguas fecales de la empresa Brillant y de una grúa, los buzos registraron dos pozos y una cisterna, ubicada en zona delantera de la vivienda.
Fue en uno de estos depósitos de agua donde se encontró la ropa, que podría haber pertenecido a la desaparecida.
La calle permaneció cortada al tráfico como el día anterior, tanto para vehículos como para peatones, desde primera hora de la mañana y hasta las 12.30 horas, momento en que los agentes terminaron con los trabajos de investigación.
Más de un vecino curioso que circulaba por la vía preguntó con insistencia el motivo del corte de la misma, información que ninguno de los agentes que se encontraban en el terreno facilitó.
Medios insuficientes
José María Costa, el abogado de la familia de Nuria Escalante, explicó a Diario de Ibiza que, a pesar de que el magistrado encargado del caso, Santiago Pinsach, declaró el sobreseimiento judicial [debido a la falta de nuevas pruebas] en junio del año pasado, la investigación policial ha continuado.
Por ello, después de que la Guardia Civil encontrara evidencias y pistas suficientes para sospechar que en la vivienda de la calle Pablo Picasso pudiera haber algún indicio de la presencia de Nuria Escalante durante los días previos a su desaparición, o incluso el propio cuerpo sin vida de la mujer, reanudaron los trabajos de búsqueda. «Ni para la familia ni para mí ha sido una sorpresa que reactivaran las investigaciones», aseguró el letrado.
En su opinión, tal y como declaró en el primer aniversario de la desaparición de Escalante, hace casi dos años, y repitió ayer en conversaciones con este diario: «Los medios empleados por el equipo encargado de las investigación continúan sin ser suficientes».
El abogado aseguró que están «pendientes de tener mayor información para determinar si hay que pedir un levantamiento judicial del caso», aunque considera que lo más prudente es «esperar hasta tener el informe de la Guardia Civil tras los nuevos trabajos de investigación» que se están llevando a cabo estos días.
