La Audiencia Provincial de Palma acogerá este jueves, a las 10 horas, el juicio contra doce acusados por un delito de tráfico de drogas y pertenencia a un grupo criminal en Ibiza. La Fiscalía, que solicita diferentes penas para cada uno de los enjuiciados atendiendo a las tareas y delitos que presuntamente desempeñaban dentro de la banda, pide para el presunto cabecilla una pena de hasta siete años. Este hombre, de nacionalidad española, sería el encargado de «facilitar las sustancias estupefacientes al resto de acusados para que estos procedieran a su distribución posterior en varios puntos de sa Penya», según reza en el escrito de acusación.

El acusado fue detenido por albergar en su casa hasta 0,452 gramos de cocaína y siete teléfonos móviles y por estar en posesión de un vehículo de alta gama «sufragado», según alega la Fiscalía, «con el producto de su ilícita actividad».

Para siete de los otros acusados, el fiscal solicita la pena de seis años de cárcel y multas de entre 1.200 y 30.000 euros por los mismos delitos.

En este caso, los agentes arrestaron a los encausados en posesión de varios teléfonos móviles que utilizaban supuestamente para el tráfico de estupefacientes, hojas con anotaciones de cantidades y precios, tres relojes de mano, dos sellos, cuatro pares de pendientes y tres colgantes, diversos vehículos de alta gama y hasta 640 euros en metálico.

Además, les fueron requisados un revólver de aire comprimido, una daga, una espada, un hacha y un cuchillo militar.

El fiscal acusa a todos los presuntos narcos de traficar con heroína, cocaína y cannabis desde sa Penya

El resto de los acusados que se sentarán en el banquillo el jueves se enfrentan a penas de no menos de tres años de cárcel.

A los miembros de la banda criminal les fueron incautadas grandes cantidades de heroína, cocaína y cannabis, varias básculas de precisión y hasta 5.000 euros en metálico. Gran parte de los integrantes de esta presunta red de narcos son familiares.

Según el fiscal, entre todos ellos tenían divididas las tareas dentro de la banda: funciones de vigilancia y control de los puntos de venta, distribución directa en diferentes turnos horarios o almacenaje en sus respectivos hogares de las sustancias que luego, supuestamente, procedían a vender desde sa Penya.