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«Las instituciones promocionan el pádel surf en Ibiza en las ferias pero no dan permisos para excursiones»

Uno de los empresarios pioneros en esta actividad náutica lamenta que los ayuntamientos no informen a favor del paso de sus clientes con la tabla para acceder al mar en dos playas de Sant Joan y otra de Sant Josep

Momento de descanso durante una excursión por la costa del norte de la isla en pádel surf. | D. I.

Germán García es un joven emprendedor que, en 2013, decidió abrir una empresa (Sup Ibiza) para organizar excursiones de pádel surf, con una tienda para el alquiler y la venta de tablas y material. Fue pionero aunque ya había otras empresas de náutica que alquilaban también tablas de pádel surf. Entonces, esta práctica deportiva y lúdica era poco conocida en la isla. Desde que inició la actividad, «más de 10.000 personas» han participado en sus salidas.

Su negocio iba viento en popa a medida que se consolidaba la moda del pádel surf. Hasta el verano de 2019, cuando empezaron sus problemas para la obtención de la concesión de paso por la playa por parte de la Demarcación de Costas ante la falta de un informe favorable de los ayuntamientos. A partir de ese año, explica, se pedía un proyecto firmado por un técnico para optar a este permiso de paso. «Me gasté 4.000 euros en un proyecto como si quisiera montar un chiringuito, cuando se trata de que los clientes pasen por la playa con la tabla bajo el brazo hasta el mar. La tabla ni toca la arena», dice.

Sanción de 9.000 euros

Desde entonces, García ha solicitado el permiso de paso en varios puntos de la costa de Sant Joan y en otro de Sant Josep. El Ayuntamiento de Sant Joan informó en contra y el de Sant Josep ni siquiera contestó. Sin permiso de paso, García desarrolló igual su actividad. «No se puede parar de un año para otro toda la inversión y el personal que trabaja para la empresa, que está en regla», justifica.

Sin embargo, a finales de la temporada pasada, un inspector de Costas le abrió un expediente, con una propuesta de sanción de 9.000 euros. El afectado asegura que justo ese día estaba con unos amigos practicando pádel surf, «no trabajando», y lamenta que 9.000 euros supone «prácticamente toda la facturación del verano». «Ni a un beach club o una empresa de chárteres ilegal le ponen una sanción tan cuantiosa», lamenta.

Tras el varapalo de la sanción, este emprendedor solicitó de nuevo infructuosamente permiso de paso en las playas. García destaca que su actividad no genera ningún impacto sobre el medio y también la importancia de desarrollarla en una cala de la zona norte porque la orografía la protege de los vientos del este, que son predominantes en verano, «el 90% de los días».

El sitio «perfecto»

Además, apunta que en esta zona hay algunas cuevas y acantilados de fácil acceso desde los que los clientes que quieran se pueden lanzar al agua. «Ofrecemos también estas experiencias», explica, al tiempo que señala que las excursiones se hacen a primera hora cuando no hay aún nadie en la playa. «Es el sitio perfecto», dice.

Cuando el viento sopla del oeste, las salidas se trasladan a otra cala del norte de la isla, donde el acantilado hace de escudo. También lamenta que no tenga más libertad para escoger otros puntos de la costa para llevar a cabo sus excursiones. «No ocupamos la arena, entramos y salimos en fila por el borde de la playa», insiste.

García critica que las instituciones «promocionan en las ferias turísticas que Ibiza es más que discotecas y fiesta, con actividades de este tipo, pero luego, en realidad, no dan permisos para hacerlas». De hecho, en el nuevo Plan de Marketing de Turismo en el que trabaja el Consell de Ibiza se pretende impulsar la oferta de esta práctica deportiva y de ocio.

Al estar bloqueada la situación, García se entrevistó hace unos meses con el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí, Carraca, quien le dijo que era «complicado» autorizar el permiso de paso en la zona donde organiza sus salidas y le planteó que buscara otro sitio con «un canal balizado», explica el afectado.

En declaraciones a este diario, el alcalde dijo antes del verano que se iba a estudiar este caso, pero puntualizó que el Ayuntamiento dispone de un estudio de aprovechamiento de las playas, con una tramitación ambiental compleja ya superada, en la que se definen todas las concesiones de la costa. «Toda solicitud que no esté prevista en este estudio se deniega. Tiene que estar muy justificado para que se acepte porque, de lo contrario, nos cargaremos la costa».

Marí señaló que no pone en duda «la bondad» de este proyecto, pero destacó que hay muchas otras solicitudes de este tipo: «¿Y por qué a unos se les puede decir que sí y a otros no? No se puede saturar la explotación del litoral». El alcalde recordó que el Consistorio sólo informa y es Costas quien concede la autorización. De todos modos, Sant Joan aún no ha emitido su informe.

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