Los niños y las niñas son especialmente sensibles a los efectos negativos derivados de una exposición solar excesiva y no son conscientes de este riesgo. Es responsabilidad de los pediatras, dermatólogos y los padres, inculcar y fomentar un hábito de fotoprotección adecuado desde la infancia.

La población infantil realiza una mayor número de actividades al aire libre y es frecuente que se produzca una exposición a la radiación UV. Se sabe que los niños reciben el triple de radiación solar que los adultos, y las quemaduras durante la infancia son un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de piel en la edad adulta.

Es de vital importancia proteger a la población infantil de los efectos nocivos de la radiación UV y extremar la fotoprotección, evitando el sol y la protección con ropas, gorros y gafas de sol, y el uso de fotoprotectores.

Efectos de la radiación ultravioleta en el niño

La radiación solar es causante de múltiples efectos sobre la piel del infante. Los efectos dañinos de la radiación UV son acumulativos e irreversibles. Unos son inmediatos, como la aparición de eritema, hiperpigmentaciones o las quemaduras solares, y otros aparecen de forma tardía, como el envejecimiento cutáneo o el aumento de riesgo de carcinogénesis, cuya suma de efectos supone un factor de riesgo muy importante para el desarrollo del cáncer de piel.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) el cáncer cutáneo es el tipo de cáncer más frecuente en el mundo, y el melanoma el que más rápidamente está aumentando. El principal factor de riesgo para el cáncer de piel es la radiación UV y, de manera especial, la exposición temprana e intensa durante la infancia.

Taller de fotoprotección infantil

Es importante la divulgación en la comunidad de los conocimientos sobre las medidas de fotoprotectoras y la promoción de hábitos saludables frente a la exposición solar en la población infantil, con el objetivo de obtener cambios de comportamiento positivos frente al sol y la disminución del cáncer cutáneo en un futuro.

Apaac participa en esta labor educacional junto a la Guardería Travesuras, localizada en Santa Eulària des Riu y con la colaboración de la Roche-Posay en un taller de protección solar infantil que se realizó el pasado 9 de junio dentro de la Campaña de Prevención de Cáncer de Piel, donde se intenta inculcar desde muy pequeños todas las prácticas sanas para evitar o minimizar la exposición solar, favoreciendo el uso de fotoprotectores, ropa protectora y gafas, evitando quemaduras solares. Estas prácticas deben comenzarse lo antes posible en la población infantil para que esto se convierta en algo habitual, ya que los comportamientos que se adquieren de forma temprana tienden a perdurar durante toda la vida con mayor intensidad que aquellos adquiridos tardíamente.

Decálogo de la fotoprotección pediátrica

1.- No exponer directamente al sol a los niños y niñas menores de 6 meses y extremar las precauciones en niños menores de 3 años.

2.- Evitar la exposición solar durante las horas de máxima insolación, entre las 12 y 16 horas (como referencia, podemos considerar peligrosas aquellas horas en que la sombra que proyecta el niño es inferior a su altura).

3.- Usar prendas de protección: gorros, viseras, camisetas, etc.

4.- Aplicar fotoprotectores cuando se vaya a realizar cualquier actividad que lleve implícita la exposición solar, incluso si se realizan a la sombra o en días nublados.

5.- Aplicar generosamente el fotoprotector como mínimo 30 minutos antes de la exposición, escogiendo formulas con un alto factor de protección solar, resistente al agua y eficaz frente la radiación UVB y UVA.

6.- Reaplicar el fotoprotector cada 2 horas y siempre que se realicen baños prolongados.

7.- Mantener un adecuado grado de hidratación oral. Esta recomendación es más importante cuando menor sea el pequeño. Importante para mantener el correcto funcionamiento de la piel y de todas las demás estructuras vitales.

8.- No aplicar colonias ni otros cosméticos sobre la piel del infante, ya que podría provocar una reacción fototóxica.

9. - Antes de proceder a la exposición solar, y siempre que el infante esté recibiendo tratamiento farmacológico, Consulta al médico sobre las posibles reacciones de fotosensibilización.

10. - Hidratar generosamente la piel del bebé/infante tras la exposición al sol. La radiación solar, supone agresiones directas sobre la piel infantil, deben proporcionarse las medidas dermocosméticas para conseguir una adecuada protección, mantenimiento y reparación de las estructuras epiteliales.

En el caso de los niños más pequeños es importante que los padres deben de instaurar todas las medidas de fotoprotección, y tienen la responsabilidad de proteger a sus hijos de las radiaciones solares y de fomentar hábitos saludables de protección y evitación solar. Una cifra estimada de un 80% de todos los cánceres de piel se podría evitar adoptando comportamientos adecuados preventivos desde la infancia.