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La venta de mallas contra las torcaces sigue en aumento

Torcaces en Sant Antoni. Foto: J.M.L. Romero

Las torcaces vuelven a las andadas. Las enormes bandadas de estas aves vuelven esta temporada a traer por la calle de la amargura a los payeses, que, por segundo año consecutivo, se encomiendan a las mallas antipájaros para intentar mitigar los importantes destrozos que causan en los cultivos, bien de cereales o de frutales, incluso de melones y sandías y en los olivares ibicencos.

Ya en 2020, la Cooperativa de Sant Antoni registró (hasta mediados del mes de agosto) un incremento del 160% de las ventas de esas telas: los 13.368 metros cuadrados expendidos en 2019 se convirtieron en 34.758 metros cuadrados hace un año.

En 2021 se va camino de batir ese récord. Por estas fechas del año 2020 ya se habían vendido 113 unidades de mallas en la cooperativa: ya se llevan 144, una treintena más. Por metros cuadrados, ya se han instalado casi 13.000 metros cuadrados (los mismos que en 2019 y se acaba de empezar), unos 1.500 metros más que a estas alturas de hace un año.

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