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El control de acceso al barrio de Puig des Molins se implantará tras el verano

El sistema, que busca paliar los problemas de aparcamiento en la zona, funcionará mediante la identificación por cámara de los vehículos según su matrícula

La falta de aparcamiento que padece el barrio se agudiza con la llegada de turistas. | J.A. RIERA

El barrio de Puig des Molins, como ya adelantó en abril este diario, contará previsiblemente después de verano con un sistema de videovigilancia para evitar el estacionamiento de vehículos de usuarios no residentes. De esta forma el barrio quedará convertido en una Acire, es decir, un Área de Circulación Restringida.

El sistema, similar al que opera en los barrios de la Marina y Dalt Vila, consistirá en el control de paso del tráfico rodado mediante cámaras con capacidad de lectura de las matrículas de los vehículos. Dichos dispositivos se situarán en los puntos de acceso y salida del barrio.

El concejal de Movilidad y Vivienda, Aitor Morrás, especificó en declaraciones a este diario que, aunque están pendientes de concretar varios puntos con los vecinos, el control se podría llevar a cabo mediante la contabilización del tiempo de tránsito de los vehículos por el barrio, determinado por el período transcurrido entre el registro de una entrada y la correspondiente salida del espacio.

De este modo, si las cámaras que controlan los accesos notificasen que un determinado vehículo de una persona ajena al vecindario excede el período máximo establecido para la circulación dentro de las zonas delimitadas, este será sancionado, pues se entenderá que ha podido aparcar dentro del área reservada para residentes. No obstante, aclaró que barajan que los vecinos puedan autorizar excepciones a algunos vehículos de usuarios no residentes.

El plan está financiado por fondos europeos de las Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (Edusi), una partida presupuestaria integrada dentro del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), y se ha adjudicado mediante concurso a la empresa Eysa por un valor de alrededor de 250.000 euros.

Acuerdo con los vecinos

Morrás explicó que la adopción de este sistema se acordó con los vecinos hace un año y medio, pero que la pandemia ha dilatado los procedimientos administrativos previos a su implantación.

El edil de Movilidad justificó la necesidad de la introducción de este sistema. «La presión de aparcamiento que sufren los vecinos es muy grande y pretendemos solucionar esto. Hay barrios que sufren mucho la presión y esta se agrava cuando vienen turistas». El plan «tiene buena acogida entre los propios vecinos», valoró.

Actualmente, ante la falta de parquímetros en las zonas azules de estacionamiento del barrio, los conductores ajenos al mismo que decidan aparcar sus vehículos en Puig des Molins deben anotar la hora en la que efectuaron el estacionamiento, pudiendo ser sancionados si sobrepasan el período establecido para cambiar este reloj.

Pese a la vigencia de este sistema, que busca favorecer la disponibilidad de aparcamiento -al igual que pretende el habitual método de pago por tiempo-, la falta de vigilancia en el área origina el escaso cumplimiento de la norma, denuncian los vecinos. La situación se agrava a partir de las 19 horas, cuando las dificultades hacen «imposible» estacionar, lamentan.

Según expresó al Ayuntamiento a través de un comunicado en el mes de abril, la implantación de este sistema supondría asimismo una reducción de la contaminación ambiental y acústica y contribuiría a «pacificar la zona».

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