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El Ayuntamiento de Ibiza rehúsa paralizar unas obras que ensucian de barro la piscina de un aparthotel

La valla invade parte de la acera pese a que el bando prohíbe «el empleo de la vía pública»

Imagen general de la piscina del edificio y las obras colindantes.

El Ayuntamiento de Ibiza rehúsa, al amparo del nuevo bando que regula la actividad de la construcción en las zonas turísticas, paralizar las obras en un solar de Platja d’en Bossa pegado, pared con pared, a un establecimiento turístico (White Apartments Ibiza), que, según explica su propietario, Joan Ferré, ensucian de «barro y cemento u hormigón» la piscina y la zona donde se ubican las hamacas de los clientes.

El propietario de este aparthotel, que tiene previsto abrir sus puertas la próxima semana, no entiende que no se paralicen las obras como se ha hecho todos los veranos. «Esto se había respetado siempre. El año pasado se podía entender, pero hemos pasado dos años muy difíciles para ahora tener un taladro encima», critica.

Hace una semana, por la pared del establecimiento colindante a las obras corría un reguero de barro (de una máquina que utiliza agua para perforar el suelo) y había salpicaduras en toda la zona de las hamacas. Ferré asegura que también debía haber «cemento u hormigón» porque «no se eliminaba con una karcher y se tuvo que aplicar un producto y rascar».

Además, la valla de seguridad de la obra ocupa parte de la acera. El nuevo bando impide «el empleo de la vía pública». Sin embargo, una portavoz del Consistorio asegura que esta barrera es necesaria por seguridad porque el solar se hunde varios metros. Indica que la valla deja un paso de más de 90 centímetros como marca la normativa, aunque esta condición no se especifica en el citado bando de obras de verano.

A través del móvil se han registrado hasta 85 decibelios de ruido de la máquina que perfora el suelo y provoca las salpicaduras en el hotel

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A través de una aplicación móvil, el propietario del establecimiento ha registrado hasta 85 decibelios de ruido por las obras. Aparte de la perforadora, un generador eléctrico se halla frente a la ventana de una habitación, lamenta Ferré. Diversos negocios turísticos de la zona han decidido costear conjuntamente una sonometría para constatar el nivel del ruido. El Consistorio asegura que la Policía Local también lo hará.

Intervención de la Policía Local

Ferré pidió por escrito el 22 de abril la paralización de las obras. Ante las molestias (por el ruido, barro y cemento), hace una semana llamó a la Policía Local y, aunque inicialmente los agentes le informaron de que seguramente se ordenaría la paralización de las obras, al día siguiente le comunicaron que el nuevo bando municipal permitía su continuidad.

El solar en obras enfangado colindante con el apartahotel J.A. Riera

El Consistorio asegura que las obras que ensuciaron la piscina y su entorno se produjeron hace una semana, que la constructora se ofreció a limpiarlo y a adoptar medidas para evitar más molestias, y que en este momento se trabaja «en la otra parte del terreno». Sin embargo, en la imagen adjunta, tomada ayer, se puede ver dónde se encuentra la máquina que provoca las salpicaduras (el martes se hallaba en la esquina colindante con el aparthotel). El director del establecimiento turístico sostiene que el ofrecimiento de la constructora para limpiar la suciedad excluía la piscina, que es «lo que da más trabajo», y que, además, se ofrecía a hacerlo a partir de las 20 horas, fuera del horario del personal» del aparthotel.

El Consistorio explica que ha recibido quejas de la asociación hotelera, pero también de la de constructores, que «cuestionan la potestad jurídica municipal para paralizar un sector económico» (aunque se hacía cada año hasta el verano pasado), y que se pretende hallar un punto intermedio y «reducir las molestias sin que se pare el sector de la construcción».

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