La entrada a la sala donde se celebra el juicio por el robo millonario en la sede central del Grupo Matutes está prohibida a los periodistas, a causa de la restricción del aforo por la pandemia. Pese a la expectación informativa que despierta esta vista y a que se conocían de antemano las limitaciones de acceso y la fecha del juicio, pospuesto en dos ocasiones, no se habilitó ningún sistema audiovisual para que los informadores, desde otra sala, pudieran seguir el desarrollo de la sesión. Esta falta de previsión obstaculizó su labor e impidió que pudieran ejercer correctamente su trabajo, privando así a los ciudadanos del derecho a recibir una información completa y veraz de lo que ocurrió durante la vista, en la que declararon los tres acusados y varios testigos. Los informadores no tuvieron del tribunal ninguna facilidad para ver o escuchar la sesión, la primera de las cinco que previsiblemente durará el juicio, ni a través de una transmisión en vídeo ni de un sistema de audio, como se había solicitado reiteradamente.
Desde los juzgados de Ibiza alegaron que, a pesar de tratarse de un juicio público, las restricciones de aforo anticovid impedían la presencia de los periodistas en la sala, que sólo pueden acoger a cinco o seis personas en los bancos reservados al público. En la zona de espera, el aforo oscila entre 20 y 25 personas.
Desde el Tribunal Superior de Justicia de las Balears, al que se dirigieron las quejas de los medios de comunicación locales, avanzaron que durante la sesión de hoy sí se habilitarán los medios telemáticos necesarios para que los periodistas desarrollen su trabajo y puedan seguir desde el exterior lo que ocurre en la sala.