NO SE HAN PRODUCIDO HERIDOS. Un turismo se precipitó sobre las cinco y media de la tarde de ayer pendiente abajo por las rocas en Cala Saona, en Formentera, ante la sorpresa de los numerosos bañistas que a esa hora disfrutaban de la playa. Pese a la expectación que causó el accidente, no hubo que lamentar daños personales y todo se quedó en un simple susto.