Diario de Ibiza

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Los puertos deportivos de Ibiza esperan una ocupación casi total en julio y agosto

El sector en la isla prevé un verano «bastante bueno» a la espera de que se activen las reservas de yates de más de cuarenta metros, por ahora al ralentí

Decenas de embarcaciones de recreo amarradas en los pantalanes del puerto deportivo Nueva Botafoc de Ibiza.

Si no ocurre nada grave por la aparición de una cepa salvaje del coronavirus (todo el sector turístico cruza los dedos para que esto no ocurra), los puertos deportivos de Ibiza esperan que esta temporada sea «bastante buena», lejos todavía de las de 2018 y 2019 pero desde luego «mucho mejor» que la última, que se limitó a un mes y medio tras el cierre de los principales mercados emisores de turismo hacia la isla.

Los puertos deportivos de la isla mantienen actualmente, en temporada media, una ocupación de los amarres que pueden alquilar que oscila entre el 75% y el 90%. Y esperan que en julio, pero sobre todo en agosto, no quede ni un punto de atraque libre en sus instalaciones, incluso los reservados para las esloras más grandes. Todos han decidido mantener precios.

De hecho, desde Marina Ibiza su director, Daniel Marí, explica que los grandes yates son la única incertidumbre este verano. Y asocia el retraso en la llegada de estas reservas a que no hay en Ibiza oferta de ocio nocturno, tampoco este año. «Hasta que no se sepa qué pasa con las discotecas es posible que gran parte de estos clientes que buscan la fiesta no se decidan a venir», señala.

Además, los propietarios de estos grandes barcos están optando ahora por destinos como Grecia, Turquía y Croacia. «No es por un tema económico sino más bien por tendencia, por moda. Y porque esos países han sabido vender mejor el destino que nosotros y han dado más facilidades», advierte Daniel Marí.

En Marina Ibiza, empresa del Grupo Alonso Marí que también gestiona los amarres de la dársena norte (frente a la entrada de la Marina de Vila y en paralelo al Martillo) bajo el nombre comercial de Marina Port Ibiza, registran este mes de junio una media de ocupación del 70% para barcos hasta de 25 y 30 metros de eslora, pero esperan colgar el cartel de no hay amarres en julio y agosto. Para los meses de septiembre y octubre prevén estar como ahora, si no hay ‘novedades covid’.

La ocupación de embarcaciones de más de 40 metros en Marina Ibiza, y en el resto de puertos, es otra cosa bien distinta. Para la temporada media (mayo, junio y septiembre) disponen de pocas reservas y disfrutan de un 30% de ocupación. «Julio y agosto es una incógnita porque estamos a la mitad de reservas» de estos mega yates, matiza Mari.

En Marina Port Ibiza (73 amarres en los pantalanes, de los que pocos son para el alquiler, y doce puntos para grandes yates en paralelo al Martillo), explica que junio ha empezado «muy bien, con once de los doce amarres ocupados», pero el número fluctúa demasiado; «es un mercado irregular y la gente viene para muy pocos días», añade Marí, quien espera que la temporada alta, julio y agosto, depare una buena ocupación para las dos zonas del puerto que gestiona. «El año pasado sólo trabajamos mes y medio y este año, si nos dejan, esperamos poder cubrir los gastos», apunta resignado.

El problema, insiste, está en los barcos de esloras más grandes.

En Nueva Botafoc ahora mismo tienen el 97% de los amarres ocupados. Disponen de 432 puntos pero el 65% son para barcos de base (de todo el año). Alquilan alrededor de 260.

Raúl Prats, director de este puerto deportivo, se muestra optimista: «Si no pasa nada extraordinario las expectativas son realmente muy buenas para el sector de la náutica; necesitamos un buen año porque la gente está en una situación complicada». Prats apunta que la náutica es «una opción refugio» por su seguridad anticovid para quienes «necesitan salir después de tantas restricciones».

Para la temporada alta esperan, al igual que en Marina Ibiza, alquilar todos sus puntos de atraque disponibles, sobre todo los destinados a barcos de eslora superior a los 30 metros puesto que los más pequeños están ya todos prácticamente ocupados (estos son para «clientes, muchos de ellos españoles, que tienen en la isla una segunda residencia», detalla).

Por último, en el Náutic de Sant Antoni, con 174 de sus 574 amarres disponibles para el alquiler, además de 74 boyas ubicadas en la bahía, esperan un lleno total para los meses de julio y agosto y una media del 70% para el presente mes de junio. Para septiembre, su gerente, Juan Vicente Roselló, cree que disfrutarán de una ocupación media más baja, de alrededor del 60%.

«Hemos registrado una gran demanda que no hemos podido satisfacer de barcos de hasta diez metros», a pesar de que disponen de cerca de 350 amarres para este segmento. «En teoría son barcos de la gente de Ibiza», detalla Roselló.

Si las reservas se mantienen, en el Nàutic prevén disfrutar de un buen verano. «Las previsiones son muy buenas», confirma su gerente, quien confía en «añadir septiembre y octubre» a la temporada «si el tiempo entonces es bueno». Y la pandemia, claro.

Este diario no obtuvo respuesta del Club Náutico de Santa Eulària.

La marina para grandes yates, libre este verano

Los amarres para barcos de más eslora que gestionaba Sovren, abiertos a todos los consignatarios

La Autoridad Portuaria (APB) ha decidido poner a disposición de todos los consignatarios los nueve amarres para grandes yates que gestionaba la empresaSovren Ibiza entre el Martillo y el antiguo Muro. El organismo portuario inició un procedimiento para retirar la concesión a esta empresa porque acumuló una deuda de 5,5 millones (al menos hasta julio del año pasado).

Desde la APB explican que una comisión técnica ha iniciado el estudio de las ofertas que ha recibido en el concurso que ha abierto para adjudicar la gestión de estas instalaciones, y que está en fase de tramitación. Además, añade que el consejo de administración «ha aceptado una oferta que había quedado descartada».Al parecer, y como también le pasó a la dirección delClub Náutico de Ibiza, habían cometido un error en la presentación de la fianza. La APB tuvo que aceptar la propuesta del Náutico, como ahora ha tenido que hacer de nuevo, tras el informe de la Abogacía delEstado que concluyó que este error no justifica la retirada de una oferta.

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