A las 4.30 horas de la madrugada del pasado jueves, dos jóvenes se precipitaron por el balcón de la habitación de hotel que compartían en la zona de Platja d’en Bossa, situada en un cuarto piso. Él tenía 26 años y ella, 21. La principal hipótesis que manejan los investigadores es que el hombre habría lanzado a su pareja al vacío y luego se habría suicidado.
La joven, Elena Livigni Gimenez, tenía doble nacionalidad, italiana y española, motivo por el que la prensa italiana se ha hecho eco del presunto crimen machista sucedido en este establecimientos de la zona turística.
Al acabar sus estudios, la joven pensaba buscar trabajo en España, donde había nacido hacía 21 años
El diario italiano ‘Corriere della Sera’ apunta ahora que son dos las hipótesis que baraja la Policía Nacional en torno a la investigación de la muerte de Elena: asesinato o suicidio. Sin embargo, preguntados por el citado diario, varios amigos de la joven aseguran que tenía planes de futuro y niegan rotundamente la posibilidad de que decidiera quitarse voluntariamente la vida. «Todos deben conocer la verdad, no más mentiras, no más. Fue él», declaran a este medio.
Convencidos, insisten en que la única posibilidad de que saltase por el balcón es que estuviese siendo atacada y fuera su única vía de escape. El ‘Corriere della Sera’ recoge, según declaraciones de sus amigos, que Elena se había trasladado a Barcelona para estudiar en la escuela Esade.
Al acabar sus estudios, se había planteado la posibilidad de buscar trabajo en España, donde había nacido hacía 21 años. También habría manifestado a su entorno su deseo de seguir viajando, por lo que no conciben la posibilidad de un suicidio e insisten en que la investigación debe centrarse en los «problemas del novio», aunque no especifican a qué se refieren.
