El Ayuntamiento de Ibiza y la Unión Deportiva Ibiza firmaron ayer el convenio de cesión del estadio de Can Misses a favor del club celeste. Dicho acuerdo responde a la necesidad de la UD Ibiza de disponer del derecho de uso exclusivo del estadio para poder competir en Segunda División la próxima temporada.

Este escenario deja fuera de Can Misses al otro club de la ciudad: el CD Ibiza. La alternativa que el Consistorio ha ofrecido al club que preside Antonio Palma es «jugar en césped natural, en la parte central de la pista de atletismo, espacio que se renovará para acoger los entrenamientos de la UD Ibiza, de manera que sea totalmente compatible con la actividad de los atletas que utilizan estas instalaciones».

Sin embargo, esta opción no acaba de convencer a la entidad rojilla, que expresó su "profundo malestar" en un comunicado en el que fueron críticos con el Ayuntamiento y el propio alcalde, Rafael Ruiz, al considerar que se estaba produciendo un trato de favor hacia la UD Ibiza. Además, expresaron su intención de no abandonar el estadio hasta que no dispongan de otro campo adecuado.

Debido a la situación actual y el clima de tensión, la Penya Pagesa, afín a la UD Ibiza, ha emitido esta mañana un comunicado expresando su postura. En él recuerdan que nunca la isla de Ibiza ha tenido un proyecto futbolístico suficientemente fuerte para ser competitivo con equipos de la Península o, incluso, de Mallorca. Hasta ahora.

Los pageses aseguran que el proyecto de Amadeo Salvo es "serio y bien dirigido" y que cuenta con inversión, "no confundir con subvención, que es de lo que están acostumbrados aquí a vivir todos los clubes", sentencian en su comunicado.

Añaden además que entre sus socios tienen "auténticos exjugadores de Sa Deportiva" y que "no necesitan que nadie venga a darnos lecciones de historia futbolística, ni de autoridad moral".

Por último, piden unión y que "dejemos de hacer el tonto" para que Ibiza "pueda disfrutar de lo que siempre ha deseado: el fútbol profesional".