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Memoria 2020

Cáritas Ibiza reparte un 75% más de alimentos durante la pandemia que en 2019

Casi la mitad de las 4.251 personas atendidas en 2020 fueron nuevos usuarios y tres de cada 10 eran familias con niños

Gustavo Gómez, Vicente Ribas y Joan Marí durante la presentación de la Memoria, hoy en el Obispado

La profunda crisis generada por la pandemia de covid en las Pitiusas se ha traducido en un dramático incremento en el número de personas atendidas por Cáritas Ibiza. Según las cifras de la Memoria 2020, presentada esta mañana en el Obispado de Ibiza, la entidad de caridad y acción social dependiente de la Iglesia Católica atendió el año pasado a 4.251 personas, un 55% más de las que fueron asistidas en 2019, con cerca de 2.700.

Del total de personas atendidas, casi la mitad, un 48%, acudieron por primera vez a Cáritas Ibiza, lo que refleja la brecha social y la desigualdad económica que ha provocado la crisis sanitaria en una isla que tiene además un grave problema de vivienda y que está dedicada casi en exclusiva al turismo, tal y como ha recordado el coordinador general de Cáritas Ibiza, Gustavo Gómez.

Un 31,4% de las personas atendidas tenían hijos a su cargo, la mayoría, de hecho, eran familias monoparentales. Un 58% eran personas extracomunitarias y un 25,2%, españolas. Cada vez son más los residentes nacionales y las familias ibicencas que necesitan ayuda. El perfil tipo son usuarios de 36 a 65 años que solo completaron la educación primaria, mientras que un 17% del total eran menores de edad.

La Memoria 2020 de Cáritas Ibiza refleja que a lo largo del año pasado se repartieron 175.516,59 kilos de alimentos, un 75% más que en 2019, cuando la cifra no llegó a las 100 toneladas de comida, cuyo valor tenía en el mercado unos 100.000 euros. Muy lejos de los 333.566 euros en que se valoran los alimentos repartidos en 2020. En este programa participaron 1.732 usuarios, aunque el alcance de estos alimentos se estima en 4.500 personas, según los datos presentados por Gustavo Gómez. La entidad social también inició el proyecto de tarjetas y ayudas directas para la compra de alimentos, de las que se beneficiaron 25 familias, con una inversión de 6.184 euros en compras directas de alimentación e higiene.

Para Gustavo Gómez, lo más preocupante es "el volumen" de usuarios que necesitan acudir a Cáritas, y "la carencia o el poco músculo económico que tienen muchas familias de la isla". "En unas islas dedicadas al turismo, muchas familias viven al día y otras no han podido aguantar el tren de un año y pico casi sin recursos. Las ayudas gubernamentales tardaron bastante y ha sido difícil de gestionar entre los participantes, a los que ayudábamos para solicitar el ingreso mínimo vital y alguna otra ayuda. Ha sido bastante complicado y ha hecho que en muy poco tiempo haya pillado a muchísima gente con muy pocos recursos", ha reconocido el coordinador general, muy preocupado por que a los problemas de viviendas se hayan sumado los sanitarios y laborales causados por la pandemia.

En la Memoria de Cáritas destaca la respuesta social ofrecida por particulares y empresas, que a lo largo del año donaron un total de 376.133,23 euros. Por otra parte, gracias al programa A Tot Drap se recogieron 355.000 kilos de residuo textil, una cifra sensiblemente inferior a los 450.000 kilos recogidos en 2019,un desfase marcado claramente por los confinamientos, como también la asistencia laboral. Si hace dos años el programa de empleo alcanzó a 524 personas, en 2020 se beneficiaron de estos programas de formación 491 usuarios.

Desde el Obispado de Ibiza y Cáritas han querido agradecer la respuesta de la sociedad ibicenca para ayudar a los más vulnerables y de las administraciones públicas, Govern, Consell de Eivissa y ayuntamientos, por los convenios diocesanos para la compra de alimentos, las ayudas económicas y la contratación de personal de refuerzo. Además de Gustavo Gómez, han participado en la presentación de la Memoria el director de Cáritas Ibiza, Joan Marí; el administrador diocesano de la diócesis de Ibiza, Vicente Ribas; y el delegado episcopal de Cáritas, Miguel Ángel Riera.

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