La asociación Ocio de Ibiza y el Govern balear se han dado una semana más para concretar cuándo se realizará la prueba piloto en una discoteca y cuándo se iniciará la apertura de las salas de baile esta temporada. Y de qué modo, porque todo parece indicar que el Ejecutivo balear aplicará a este sector la misma medicina que a la restauración: primero sólo abrirán los espacios exteriores de las salas (las que los tengan), y más tarde, según el desarrollo de la pandemia, los interiores, poco a poco y con restricciones.
José Luis Benítez, gerente de la plataforma que engloba a medio centenar de salas de fiesta ibicencas, confiaba en que hoy, en la reunión mantenida esta mañana por videoconferencia con representantes del Govern, ya le dieran fechas concretas, pero, su gozo en un pozo, no ha podido ser porque desde el Ejecutivo han requerido la entrega de una serie de informes técnicos: uno de ellos, para aclarar todo lo referente a la protección de datos de los clientes que adquieran entradas on line; otro, los planos detallados de los dos locales que se han ofrecido para realizar la prueba piloto en exteriores.
«Hemos acordado -ha detallado Benítez- tener una reunión presencial la semana que viene porque necesitan conocer una serie de detalles. Pensaba que con lo que les habíamos presentado bastaría, pero quieren examinar un asunto relacionado con protección de datos y unos planos». El gerente ha salido del encuentro -mantenido con Rosana Morillo, directora general de Turismo, y Rubén Castro, director del Instituto Balear de Seguridad y Salud Laboral (Ibassal)- con la sensación de que «no es que estén en contra, ni mucho menos, es que quieren asegurarse».
«Va a ocurrir como con la restauración: primero se dejó que los bares abrieran las terrazas; y ahora, hasta que las cosas no han estado algo más claras, los interiores"
En esa reunión, Benítez se ha percatado de cuál es el plan del Govern: «Va a ocurrir como con la restauración: primero se dejó que los bares abrieran las terrazas; y ahora, hasta que las cosas no han estado algo más claras, los interiores. Todo poco a poco. Con las discotecas sucederá igual. Habrá ese proceso. Primero abrirán las que tienen espacio al aire libre. Y luego, según cómo vayan las cosas, se determinarán las restricciones en el interior».
En el encuentro, el propio Govern puso el ejemplo de lo sucedido con la restauración durante la desescalada. Además, prácticamente se obvió la prueba piloto en interiores y sólo se atendió a la de exteriores: «Les pedí hacer una prueba aire libre, esperar luego 15 días para ver los resultados, y más tarde hacer la prueba en interior. Pero me dijeron que eso mismo pidieron los restauradores». No van a hacer una excepción. En esa prueba al aire libre, cuya fecha está aún por concretar, «se verá si la gente cumple, la responsabilidad de los empresarios y de los clientes, y en ese momento se estudiará cuándo se efectúa el test en interiores».
Benítez había propuesto el 2 de julio para el examen en exteriores, pero hasta la semana que viene no se sabrá si el Govern acepta ese día o cuándo lo permitirá. Una vez realizada, habría que esperar dos semanas para ver los resultados, «de manera que, si todo va bien, se podrían abrir las terrazas de los locales a mediados de julio. Con restricciones y poco a poco».
Según ese calendario, el más optimista, la prueba en el interior de una discoteca posiblemente no podría efectuarse hasta las dos últimas semanas de julio, de manera que, «desgraciadamente», las pistas de baile interiores de las Pitiüses no podrían abrirse hasta comienzos de agosto, en el mejor de los casos. Benítez parte de la idea de que deben reactivar este año sus negocios, sea como sea y lo más pronto posible, y es consciente de que «será muy difícil volver a ver este verano a gente metida en una discoteca como ha ocurrido hasta 2019».
