La presidenta Francina Armengol tenía que llamar la atención ayer en Madrid, capital del turismo con la celebración de la primera feria internacional presencial, Fitur, en el mismo escenario en el que tuvo lugar la última, en enero del año pasado, y lo ha hecho lanzando un guiño a los turistas nacionales y asumiendo una demanda del sector y las aerolíneas. Baleares relaja las medidas de seguridad para que accedan a las islas y permite entrar con test de antígenos o sin prueba a los vacunados. También se avistan mejoras en conectividad aérea.
La otra señal de que este verano va a ser posible la actividad turística, de la que depende la economía española y necesita para sobrevivir Baleares, llegó de Bruselas, con la ministra del ramo, Reyes Maroto, celebrándolo junto a Armengol: hay principio de acuerdo para que la UE permita la entrada de turistas vacunados o de países con buena situación epidemiológica, es decir del Reino Unido y EE UU. Lo que Maroto traduce en un «quedan días» para que empiecen a venir turistas del Reino Unido, obviando que aunque Europa abra fronteras hay un semáforo en ámbar que obliga a hacer cuarentena al regreso y a cuatro PCR a cada uno de los británicos que puedan permitirse ese lujo y osen desoír las advertencias de que se queden a pasar las vacaciones sin cruzar fronteras, como insiste su gobierno y volvían a reflejar ayer las portadas de la prensa del país.
En un ambiente extraño, por las medidas de seguridad por la pandemia y de baja afluencia de profesionales y países participantes, pero con el deseo de que el turismo esté de vuelta esta temporada, el Govern debía lanzar algo más que el mensaje de destino seguro que se ha ganado Baleares por las duras restricciones del archipiélago frente a otras CC AA. Las islas se abren al mercado doméstico, duro de roer ante la competencia de la España peninsular: los visitantes nacionales vacunados o con un test de antígenos negativo pueden venir a Balears. Otra cosa es que lo hagan cuando prefieren los desplazamientos por carretera y se han perdido conexiones aéreas. Por ahí fue la segunda buena nueva de Armengol: reuniones en el estand de Balears con el presidente de Iberia, Javier Sánchez-Prieto, y con el director general de EasyJet en el sur de Europa, Javier Gándara, antesala de una recuperación de conectividad.
Recuperación de rutas
Ya el martes Gándara, también presidente de la patronal de aerolíneas (ALA), avanzó que este verano las compañías recuperarán en Baleares 78 rutas perdidas por la crisis en la temporada pasada, con lo que la conectividad, crecerá, con 270 rutas programadas. Los planes de las aerolíneas apuntan a que operarán el 83% del estío prepandemia.
Armengol, en presencia del secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, que acudió por la mañana al estand balear, detalló que el Govern dejará de exigir test negativo a los viajeros nacionales que hayan pasado el covid y a los que hayan sido vacunados (con una dosis es suficiente) al menos quince días antes del viaje. Se complementa la apertura con permitir la entrada a los que lleguen de CC AA con una incidencia acumulada inferior a 60, de momento solo la Comunidad Valenciana o Ceuta cumplen este parámetro. Y para el de la vacunación, por ahora se beneficiará un tercio de la población española, 15, 7 millones de españoles ya tienen una dosis, según datos de ayer del Ministerio de Sanidad
INMUNIZACIÓN
Los pasajeros nacionales vacunados no necesitarán presentar un test negativo
El Gover dejará de exigir como requisito para acceder a las Islas una prueba diagnóstica negativa de covid a todos aquellos pasajeros nacionales que hayan pasado la enfermedad y a quienes ya hayan recibido, al menos 15 días antes del viaje, la vacuna (ya sea la primera o la segunda dosis).
INCIDENCIA
Los viajeros de las CC AA con una incidencia menor a 60, también sin prueba
Las personas que viajen a las islas desde CC AA con una incidencia acumulada inferior a 60 tampoco necesitarán una prueba diagnóstica. Para el resto de viajeros nacionales se aceptan los test de antígenos.
El test de antígenos, que por ahora se ha anunciado para los turistas nacionales, es lo que reclamaba el sector, pero para todo el mercado europeo. Lo mismo se espera desde la turoperación. Y falta el certificado sanitario europeo; estamos en manos de la UE.
«Solo queda convencer a los turistas de que vengan», dice Maroto y que Reino Unido atienda a «la exigencia» de España de distinguir a los archipiélagos y la Comunidad Valenciana en su semáforo de viajes para que entren en la lista verde.
Armengol ha celebrado «la confirmación» de IAG (el grupo de Iberia, Vueling o British Airways) de que este verano aumentará un 30 % los asientos de 2019.
De momento, hay que convencer con la campaña ‘Viajaremos’ de que regresen los turistas nacionales, el tercer mercado para las islas, del que llegaron el año pasado 1,3 millones, del total de 3 millones de turistas de 2020, y que fue el que menos cayó (un 51%).
