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Primer domingo de mayo

Santa Eulària celebra «un poquito» el ‘Anar a maig’

El municipio recupera su popular festividad con limitaciones en los aforos, reduciendo el número de actos y aplicando severas medidas sanitarias y controles para frenar los contagios por coronavirus

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Santa Eulària celebra «un poquito» el ‘Anar a maig’.

Primer domingo de mayo. Santa Eulària celebró ayer su primer domingo de mayo «un poquito», en palabras de su párroco, Vicent Ribas. Ni tuvo el esplendor de los años previos a la pandemia ni se redujo al mínimo, como en 2020. Hubo menos actos y se limitaron los aforos, pero lo poco que hubo supuso un paso de gigante en el camino para recuperar la normalidad. El administrador diocesano está seguro de que el escenario será totalmente distinto en 2022. 

Carros y coches antiguos por la avenida principal de Santa Eulària. Vicent Marí

Santa Eulària celebró ayer «un poquito» su fiesta del primer domingo de mayo. El entrecomillado está sacado del sermón que ofreció el párroco y administrador diocesano (a falta aún de obispo) Vicent Ribas. Peor fue hace un año, cuando no pudo entrar ningún fiel al templo por las estrictas medidas aplicadas para combatir la pandemia y el acto litúrgico se limitó a su retransmisión por televisión. «Hoy por lo menos nos podemos reunir aquí», dijo resignado, aunque con un aforo limitado a 100 personas. Ribas está «seguro» de que en 2022 todo volverá a su cauce y se podrá vivir la festividad como es habitual desde hace 452 años, cuando se construyó la iglesia. A la misa asistieron tanto la alcaldesa, Carmen Ferrer, como el presidente del Consell, Vicent Marí, los alcaldes de Sant Josep y Sant Antoni (Ángel Luis Guerrero y Marcos

Serra, respectivamente), la edil del equipo de Gobierno de Vila Dessiré Ruiz, y el conseller balear de Movilidad y Vivienda, Josep Marí.

Concierto ofrecido por Shakatribe en la plaza de España. VICENT MARÍ

El administrador diocesano agradeció al Consistorio su ayuda para blanquear el Puig de Missa: «Menos mal que sólo empezamos a pintar, porque empezó a caer esta agua roja [de barro]... Continuaremos los próximos días». También tuvo palabras de aliento para los componentes de la colla de Es Broll, que acompañaron el acto con sus sonadors y vestidos típicos, pero a los que se prohibió bailar: «No os preocupéis. Aunque no bailéis, ya es algo bueno que podáis venir aquí vestidos así y podáis pasear s’Alamera arriba, s’Alamera abajo», les consoló.

Maria Torres coloca «correctamente» uno de los cuatro cactus que presentó a la exposición de plantas y flores celebrada en el Palacio de Congresos VICENT MARÍ

‘Sonadors’ y ‘balladors’ de Es Broll a las puertas de la iglesia. Pudieron llevar trajes típicos, pero no bailar. VICENT MARÍ

«Estamos emocionados por poder venir al fin con nuestros trajes», indicó Sonia Ribas, una de las balladores, aunque reconoció que les pesaba no poder danzar. Lo echan de menos, pues llevan desde el día de Santa Eulària (el 12 de febrero) de 2020 sin poder hacerlo. Además, el pasado año renunciaron a participar en un festival en Egipto. La alcaldesa explicó la razón por la que aún no pueden bailar en público: por prudencia, para evitar que la gente se concentre a su alrededor.

Ayer se adoptaron medidas similares en los conciertos del I Love You 2 Maig Festival, con escenario instalado en la plaza de España: los accesos se vallaron, dentro sólo se podía estar sentado, el aforo era muy limitado, las sillas estaban muy separadas y numerosas personas vigilaron que nadie se concentrara en los alrededores. Para ver a Shakatribe, que empezó a mediodía, en la primera media hora sólo había 14 personas sentadas.

Una familia recorre la muestra. VICENT MARÍ

Embelesados con los ‘goigs’

La misa acabó con el canto de los goigs a la Mare del Roser. Previamente, Ribas pidió (en tono desenfadado) a los fieles que asistían a la misa desde el porxo (habilitado por la limitación de aforo en la nave) que se «portaran bien» para que no se repitiera lo que cuenta la leyenda: «Hace tiempo -narró- hubo un incidente, una pelea que acabó trágicamente, pero quienes estaban en ese momento en el interior no se enteraron porque cantaban embelesados los goigs».

El párroco recordó a los presentes que hoy tendrá lugar la tradicional peregrinación a la ermita del Puig de sa Creu d’en Ribas. Empezará a las 18 horas, pero también será con aforo limitado, de ahí que el sacerdote invitara a los fieles a acudir a esa capilla a lo largo del día, no todos a la vez a las seis de la tarde. El pasado año sólo peregrinaron hasta allí Vicent Ribas y la alcaldesa.

Como el primer domingo de mayo sólo se pudo celebrar «un poquito», también se canceló la procesión de la Virgen hasta la capilla del Roser: «Se llevará y cruzará hoy el pueblo, pero no en procesión. Ni siquiera voy a deciros a qué hora se hará para evitar que se produzcan aglomeraciones», avisó Ribas.

Fieles siguen la misa del primer domingo de mayo en el ‘porxo’ debido a que el aforo del templo estaba limitado a un centenar de personas. VICENT MARÍ

Cactus y lirios

La asistencia de carros típicos fue muy reducida y a veces se cruzaron con automóviles y motocicletas de época. Y el habitual concurso de flores y plantas se redujo a una exposición de 112 muestras colocadas sobre una mesa instalada alrededor del recibidor principal del Palacio de Congresos. La primera de las expositoras que acudió allí por la mañana fue Maria Torres Ferrer, propietaria de cuatro lliris (lirio estrella del caballero, o Hippeastrum reginae) y cuatro cactus, entre ellos un rechoncho Echinocactus grusonii, conocido popularmente como asiento de suegra. Basta observar su morfología para entender la etimología: tiene unas afiladas espinas, ligeramente curvadas hacia dentro y abajo, que miden hasta cinco centímetros. En su finca de Sant Carles, Torres cultiva begonias, numerosos tipos de crasas, calas y lirios. «Ahora, con 72 años, tengo más tiempo para cuidarlas. Todo el año tengo flores», cuenta esta mujer, que hasta que se jubiló trabajó en un chiringuito del que era copropietaria en Cala Martina.

Romería

Subida a la capilla

 Como cada 3 de mayo, hoy se celebra la romería al Puig de sa Creu d’en Ribas. Empezará a las 18 horas, pero con limitación de aforo. El párroco aconseja que los vecinos vayan a lo largo del día para evitar aglomeraciones.

En la exposición llamaban la atención tres enormes bolas floridas de la epífita Tillandsia bergeri, el clavel del aire, que no necesita tierra para vivir. Había expuestos, además, varios helechos, 11 rosas de diferentes tamaños (alguna de un palmo) y colores; tres espectaculares Mammillaria hahniana, que aunque habituales en los jardines ibicencos, proceden de México; una oreja de cerdo (Cotyledon orbiculata) tamaño XXL, una crasa que se nota que recibe muchos mimos, y una lengua del demonio (Ferocactus herrerae), cuyos largos, prominentes y curvados pinchos recuerdan las afiladas garras de un águila.

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