El Informe del Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation ha destacado que los Indicadores del Agua 2020 de la Alianza por el Agua de Ibiza y Formentera han vuelto a poner de manifiesto que la salinidad de las aguas depuradas en la Isla sigue siendo tan elevada que no se pueden reutilizar.

En un comunicado, desde el Observatorio han señalado que los datos referentes al pasado año muestran que todas las depuradoras de Ibiza, excepto la de Sant Joan, vertieron en algún momento aguas con salinidades por encima del límite apto para su reutilización.

Ello, pese a que esta reutilización de las aguas depuradas está contemplada en la Directiva Marco del Agua como medida para solucionar los problemas de la escasez de este recurso.

Según la entidad, con las perspectivas de crisis hídrica, la reutilización del agua es una "solución necesaria" para garantizar la agricultura, dado que permite disponer de este recurso de forma continua gracias a las actuales tecnologías de depuración, las cuales permiten obtener agua regenerada de calidad suficiente para ser empleada en diferentes usos.

Las depuradoras que mayor volumen de aguas con excesiva salinidad vierten son Can Bossa, Ibiza, Santa Eulària y Sant Josep. De entre todas las depuradoras, la de Ibiza es la que tiene el agua más salinizada, con una media ocho veces superior al valor límite establecido para su reutilización.

Asimismo, tanto en la depuradora de Can Bossa como en la de Sant Josep y Santa Eulària, sus aguas depuradas son demasiado saladas para reutilización de manera sistemática.

La Alianza ha calculado que un 80 por ciento de las aguas que salen de las depuradoras en Ibiza muestran salinidades elevadas, al menos ocho puntos más que el año pasado, inutilizándolas para su uso agrícola. La causa son las deficiencias en la red de alcantarillado.

Ante estos datos, desde la Alianza por el Agua han recordado que si se garantizara el suministro de agua depurada para uso agrícola, se estaría contribuyendo a asegurar una producción agroalimentaria de calidad y un beneficio económico para el sector agrario.

Además, desde la Alianza han insistido en que la sustitución del consumo de agua subterránea por aguas depuradas permitiría una recuperación de las masas de agua subterránea más rápida.

Por ello, desde esta entidad han animado a las administraciones públicas a trabajar para garantizar unas aguas correctamente depuradas aptas para su uso agrícola.