La consellera de Salud y Consumo, Patricia Gómez, ha reiterado que el toque de queda ha sido una medida "muy eficaz" para el control de la expansión de la pandemia y que los expertos consideran "oportuno" que se mantenga tras el fin del estado de alarma el 9 de mayo, por lo que Baleares será una de las comunidades autónomas que en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud reclamará que el Estado ponga al alcance de los Ejecutivos autonómicos los instrumentos para poder seguir aplicándolo en los territorios.

Así lo ha confirmado este miércoles la consellera en declaraciones a los medios antes de participar en la inauguración de las Jornadas Sedisa en Palma.

La consellera ha explicado en todo caso que desde el Ejecutivo ya se está trabajando en las medidas de restricción que las autonomías sí que podrán seguir aplicando en el margen de sus competencias después del 9 de mayo, como los horarios comerciales o las limitaciones de aforo.

Sin embargo, según ha apuntado, para otras medidas más duras se necesitaría la ratificación de la Justicia o incluso la autorización del Estado vía decreto ley, que es lo que se va a reclamar en la reunión del Interterritorial.

Además, Gómez ha añadido que el decaimiento del toque de queda afecta también a la agilidad disponible hasta ahora tanto para la contratación de personal como para la movilización de fondos como para adquirir recursos o equipamientos.

Otras peticiones al Gobierno

Además, las comunidades aprovecharán la reunión del Consejo Interterritorial para pedir al Ministerio de Sanidad más vacunas y un calendario clarificado, después del anuncio de Janssen de que entregará la mitad de las dosis previstas (se esperaban 300.000 en el mes de abril, de las cuales se han repartido la mitad aproximadamente).

Otra cuestión que hay que dilucidar es qué vacuna se pondrá a los menores de 60 años que ya habían recibido una dosis de AstraZeneca, alrededor de dos millones de profesionales de los sectores esenciales (desde policías a profesores).

Otro asunto, que colea del anterior Consejo Interterritorial, trata sobre recomendaciones comunes para que las comunidades puedan limitar aforos ante la reactivación progresiva de eventos y actividades multitudinarias.

Se trata, en definitiva, de establecer medidas para afrontar con prevención eventos culturales, deportivos, religiosos o festivales, entre otros, que se consideran situaciones de riesgo de transmisión.

Ya en el anterior Consejo se debatió sobre los niveles de alerta a modo de semáforo que determinan una serie de actuaciones proporcionales al nivel de riesgo y adaptables según la situación y el contexto del territorio.