«Todo está subiendo una barbaridad, como las mangueras, el plástico agrícola, mantas térmicas, todos los derivados del petróleo, pero incluso los postes de madera», asegura Juan Antonio Prats, gerente de la Cooperativa Agrícola de Sant Antoni. Se queja con razón: la inflación que están soportando los payeses de Ibiza llega hasta el 30% en productos como los plásticos agrícolas.
El incremento en el transporte y la escasez de materias primas, tanto las derivadas del petróleo como las metálicas, están detrás de este ascenso de los precios, que incluso afecta a la fabricación de maquinaria para el campo. Según la Asociación Española de Industriales de Plásticos (Anaip), el sector de transformación de plásticos europeo «lleva más de cuatro meses inmerso en la mayor crisis de escasez de materias primas y encarecimiento de precios que ha vivido en los últimos años». Esa situación ha obligado a muchas empresas «a parar líneas de producción, a retrasar plazos de entrega y a aumentar el coste de sus productos finales». Alrededor del 50% de los fabricantes ha disparado sus precios un máximo del 20%; y el 26%, entre el 21% y el 40%. Anaip reconoce que esa alza repercutirá en el consumidor final, como los agricultores ibicencos.
Alzas para rato
Esta crisis no durará sólo unas semanas. Las empresas del sector auguran que no se volverá a la normalidad hasta al menos dentro de medio año. Esta escalada se debe, según Anaip, «a un cúmulo de circunstancias, como la caída de producción de polímeros por la pandemia, el hecho de que China volviera a la senda del crecimiento económico en el segundo semestre de 2020, lo que cambió el flujo de la demanda de materias primas, o al aumento pronunciado de los costes de transporte y logística». Y a la reciente subida del petróleo, también afectado por el virus de la inflación.
40% más en productos plásticos: La Asociación Española de Industriales de Plásticos avisa de que una cuarta parte de los fabricantes han subido precios del 20 al 40 por ciento.
La Cooperativa de Sant Antonio no para de recibir advertencias de incrementos sustanciales de precios: «Nuevamente nos vemos obligados a modificar al alza la tarifa del mes pasado. La situación descrita en nuestras anteriores comunicaciones no ha cambiado sino todo lo contrario, se está agravando, siendo una de sus causas principales la escasez de materias primas en el mercado», comunicaba un fabricante al gerente hace unas jornadas. Antes variaban a medio o largo plazo, pero ahora se disparan peligrosamente sin fecha fija: «Para próximos proyectos rogamos nos consulten con antelación para actualizarles los precios, plazos de entrega y cantidades que podríamos aceptar», añadía ese fabricante en el correo remitido a la cooperativa. Es decir, ni siquiera pueden asegurar con certeza toda la producción ni en qué momento podrán enviarla.
«Del plástico agrícola llevamos una subida acumulada respecto al año pasado de un 30%», advierte Prats. «El cereal -añade- también esta sufriendo subidas importantes, del 10% acumulado desde abril de 2020. Según me comenta un proveedor, podría deberse a que hay fondos de inversión que lo están acumulando, no porque hubiera sido un mal año, pues las cosechas fueron buenas».
Inflación galopante
Pero la inflación galopante no sólo afecta a los plásticos y a los cereales. Un proveedor que suministra a la cooperativa material para vallado, postes de madera, cañizos, mimbres y mallas avisa de que sigue padeciendo «un constante y desproporcionado aumento en los costes de las materias primas y productos», de que la situación del tráfico marítimo «no mejora, sino todo lo contrario», y de que «de nuevo se incrementan los precios de los fletes, lo cual afecta a todas las líneas de importación». Sumadas todas esas advertencias, el resultado es obvio: «Confiamos en que sepan comprender [que debido a] esta difícil situación actual, nos vemos en la obligación de anunciarles un incremento en nuestra oferta de productos». Revisarán tarifas trimestralmente. Y en economía, esa incertidumbre es lo peor que puede ocurrir. Siempre conlleva costes.
Ibiza ya nota los efectos del carguero varado en Suez
Incluso un proveedor de material de ferretería comunicó en marzo a la Cooperativa Agrícola que debido a que se vivía «un periodo de inestabilidad en el mercado, marcado por la escasez de materias primas y aumentos de los costes, agravado en las últimas semanas» tras encallar el carguero ‘Ever Given’ en el Canal de Suez, se veía en la necesidad de ajustar los descuentos que aplicaba. Además, advertía de que «ante esta situación tan delicada, con roturas de stock y falta de compromiso en el servicio por parte de los proveedores», recomendaba pedir las provisiones con tiempo suficiente para anticiparse «a cualquier escasez de mercado». Hasta empresas de transporte han avisado de que subirán sus tarifas, lo que repercutirá en el precio final de los productos. Nos encaminamos hacia un peligroso auge de la inflación, otra de las secuelas económicas de la pandemia.
