Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista
Consuelo López Secretaria general de CCOO en Ibiza y Formentera

Consuelo López: «Los ERTE se deberán prorrogar con total seguridad»

La nueva responsable de CCOO en las Pitiusas se inició en la labor sindical como camarera de piso en un hotel de es Canar, tras apoyar las reivindicaciones de sus compañeras y sufrir represalias en su trabajo

Consuelo López. | TONI ESCOBAR

Tras dieciséis años trabajando codo con codo junto a Felipe Zarco en la ejecutiva de Comisiones Obreras en Ibiza y Formentera, como representante de hostelería y responsable de organización, Consuelo López ha tomado el relevo como nueva secretaria general. La nueva líder del sindicato nació en 1965 en Villarrobledo (Albacete), «en la España profunda», bromea.

La nueva secretaria general de CCOO, durante la entrevista en su despacho. | TONI ESCOBAR

¿Tan profunda? Villarrobledo se conoce por el Viña Rock.

Tenemos semáforos y autobuses, pero somos de pueblo, pueblo. No había mucha industria, solo las Bodegas Ayuso y lo que era Forlasa, donde estuvo mi marido, de los quesos El Ventero. Él se quedó sin trabajo, teníamos dos mellizos pequeños y una vecina, que ya trabajaba en es Canar, le consiguió un puesto en su hotel. Ese verano no vine, pero sí la segunda temporada, en 1987.

« Si han trabajado más de cinco años, todas las camareras de piso sufren secuelas graves de por vida»

decoration

¿Cómo encontró la isla, viniendo de La Mancha?

Más natural y menos poblada que ahora. Era la isla paradisíaca que hemos ido masificando y llenando de cemento. Podías dejar las ventanas del coche abiertas. Al llegar, me propusieron echar una mano unos días, para pagarme el viaje, y ya nos quedamos los dos en el hotel Miami. Él en recepción y yo como camarera de piso.

¿Cómo eran las condiciones de las ‘kellys’ entonces?

Se limpiaban 22 habitaciones, como hoy en día. La diferencia es que había muy poco mobiliario y era de madera, que la tratabas y lucía. Luego, fueron entrando teles, neveras, baños, toallas de todos los tamaños y las amenities se han triplicado. Ahora hay el doble de carga de trabajo.

« Presionamos a un gobierno progresista, insistentemente para que derogue la reforma laboral»

decoration

Les dedicó un mensaje tras ser elegida, calificándolas como «grandes mujeres explotadas y machacadas».

Es un problema físico, pero también psicológico. Vas a un hotel a descansar y es fundamental quien te recibe en recepción y quien te limpia. Somos la esencia del hotel, pero parece que no somos nadie allí. Animo a las señoras camareras de piso a que se hagan fuertes, que conozcan sus derechos y que peleen por ellos.

¿Conoce casos de camareras de piso con secuelas físicas?

Todas. Quien haya estado más de cinco años en la profesión, tiene secuelas de por vida graves. Llevo sin estar en el tajo desde 2006 y, la mitad de las noches, debo sacar el brazo derecho fuera de la cama y apoyarlo en la mesilla, porque no me deja dormir el dolor. Mis compañeras que siguen están rotas. Es una carga de trabajo tremenda que hay que afrontar en un horario muy corto.

« En dos meses, atendimos 40.000 consultas en Balears, pero lo peor ha sido la impotencia al ver que el SEPE no pagaba»

decoration

Un colectivo de kellys ha empezado a hacerse oír, al margen de los sindicatos tradicionales e, incluso, han indicado que se sienten abandonadas por ellos.

Hay gente que quiere aprovecharse de estas peleas sindicales. Nosotros somos transversales y, muchas veces, nos falta tiempo o no somos suficientes para atender tanto volumen de trabajo que se genera, pero siempre hemos peleado por las camareras de piso. Estábamos en un nivel salarial muy inferior y, por fin, nos homologaron con electricistas, fontaneros o cocineros. Hay una herencia de la época del PP, cuando llegó con el rodillo contra los dos sindicatos mayoritarios. Les molestábamos y surgieron esas acusaciones de que no servimos. Luego salen otro tipo de sindicatos, que a veces son renegados de Comisiones Obreras. Pueden llevar su línea como quieran, pero me molesta que basen su publicidad en machacarnos, al menos, en este caso. Hay que colaborar sin pisarnos.

Se refiere a CGT?

Sí. Por cierto, que tanto con Milagros [Carreño] como con Rafa [Sánchez], tengo buena relación, pero les ponen un micro delante y se publicitan.

¿Cómo empezó su labor sindical?

Al llegar al Hotel Miami me informaron de que había un comité de empresa. «¿Un comiqué?», dije. No tenía ni idea de lo que era. Entonces supe que existían unos libritos con nuestros derechos. En el Hotel Miami siempre hemos sido de Comisiones Obreras y fui al sindicato a comprar un convenio. Entonces supe que, si me ordenaban ir a trabajar al día siguiente, cuando me tocaba jornada de descanso, estaba protegida. Empezaron las peleas, porque éramos una pareja trabajando en el mismo hotel, sin familia en la isla, con dos hijos muy pequeños y no podíamos permitirnos esos cambios. Como era luchadora, acabé en el punto de mira y vinieron a cazarme.

¿En el mismo hotel?

Fue mi gobernanta. Aunque yo hacía funciones de subgobernanta y estaba muy pegada a ella en aquella época, si veía injusticias, las decía. Se produjo un revuelo con unas compañeras, me adherí a ellas y sufrí represalias. Suspensión de empleo y hasta llegaron a acusarme de robo a un cliente. En el juicio se demostró que era falso. Entonces no estaba afiliada, aunque estaba en el comité de empresa, y acudí a pedir auxilio a Comisiones Obreras. Me salvaron y por eso estoy aquí

¿Sintió acoso psicológico?

Estaba acosada, pero también informada y llega un momento que te tienes que plantar. Por la mañana me miraba en el espejo y me decía: «No sé mañana, pero hoy no vais a poder conmigo». El truco está en conocer bien tus derechos. También depende de la capacidad de aguante, porque no siempre estás mentalmente fuerte. Si me hubiera pillado en otra época, quizá me hubiera hundido, pero conté con mi familia, del sindicato, porque no sabes por dónde tirar en ese momento, y de mis compañeros de hotel. Eran más de cien y todos, salvo tres, firmaron un escrito de apoyo.

« Mantenemos muy buenas relaciones con la Pimeef y las instituciones, la crispación que hay ahora en Madrid no nos lleva a ningún sitio»

decoration

¿Le ha tocado asesorar casos similares en el sindicato?

Diariamente. Se firman leyes y convenios que luego no se respetan. Los trabajadores debemos ser conscientes de que no podemos consentir situaciones de abuso. ¿Si no permito a mi madre que me hable mal o me chille, cómo se lo voy a tolerar a otra persona? Dime lo que quieras, pero con respeto, más aún en situaciones de jerarquía. Está demostrado en las empresas que cuidan al personal, la productividad aumenta.

¿Cuáles son las principales demandas que les llegan de los trabajadores?

Despidos, que casi todos acaban como improcedentes, consultas de nóminas, porque hay afiliados que vienen cada mes a revisarlas, además de excedencias, vacaciones o reducciones de jornada por maternidad. También nos encontramos con gente que no entiende que los sindicatos negociamos, a nivel colectivo, los convenios sectoriales o los ERTE. De allí se benefician todos los trabajadores, estén afiliados o no. Pero si llegas al sindicato con tu caso particular, eso tiene un coste. Los profesionales que trabajan aquí tienen un sueldo que se paga con la cuota de afiliación. De ahí derivan broncas y comentarios de que somos unos vagos subvencionados, pero deben conocer cuáles son las funciones de un sindicato mayoritario.

¿Qué trabajo les ha provocado la pandemia?

Tengo ese montón de carpetas con la normativa generada en época covid. Salía un decreto y, mientras lo leías, ya habían salido dos más. Más el BOIB o las instrucciones de la conselleria. Ha sido una locura.

¿Ya no lo es?

Ahora ya estamos en la dinámica y la conocemos. Pero cuando vino el golpe, encerrados en casa, en dos meses atendimos 40.000 consultas en Balears, por teléfono, mail y Whatsapp. Lo peor de estos meses ha sido la impotencia al ver que el SEPE no pagaba.

¿Se han acabado las reclamaciones por impagos del SEPE?

Ahora mismo, he estado tres semanas concentrada en la preparación del congreso, pero hace un mes que prácticamente no entraba ninguna. Pero, a partir de septiembre, se produjo un goteo constante de personas que no cobraban, no conseguían cita en el SEPE o les decían que no tenían derecho a la prestación, cuando sí lo tenían.

¿Tuvo que estar tres semanas preparando el congreso de Comisiones Obreras? Era la única candidata y le votaron todos.

Y como alguno no me hubiera votado, se iba a enterar [risas]. Digo lo mismo que con las camareras de piso: el que dude de que aquí se trabaja mucho, que venga un tiempecito a mi lado y luego hable. No se presenta la gente [a la secretaría general] porque supone una dedicación dura y estar siempre disponible. No quería ponerme al frente, pero los compañeros me indicaron que era la persona adecuada y el relevo natural, tras 16 años al lado de Felipe Zarco. Es una responsabilidad que pesa, pero tampoco me va a agobiar porque, cuando Felipe sufrió el infarto, ya empecé a hacerme cargo de parte de su área.

¿Son más tibios los sindicatos con gobiernos de izquierdas?

Pues ahora estamos presionando insistentemente a un gobierno progresista para que derogue la reforma laboral. Por fortuna, parece que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, nos va a ayudar mucho.

¿Cuántos puestos de trabajo se están perdiendo?

Habrá que hacer un cálculo. Hay empresas que no van a sobrevivir, pero también se van a perder puestos porque otras pensarán que, con menos plantilla, pueden conseguir más negocio. Tenemos que vigilar que no se intenten recuperar esta temporada las pérdidas de la crisis del covid.

¿Qué ambiente se vive entre los trabajadores de temporada, sin saber cuándo empezará?

Están preocupados y empiezan a venir a preguntar qué se sabe. Casi con total seguridad, los ERTE se tendrán que prorrogar. No solo por la pandemia, sino porque son herramientas muy útiles para cambiar sectores productivos, como pide Europa. Caerán nichos y surgirán otros, pero no podemos cerrar un sector o empresa porque no tiene futuro y dejarles tirados. Estos trabajadores y los sectores deben ir transformándose. Cada día surgen sectores más difíciles de regular, como las plataformas de riders o el teletrabajo y hay que afrontarlo, igual que los planes de igualdad. No somos la suficiente gente como para negociar todos los planes de igualdad que nos están entrando.

En la prensa hemos destacado que es la primera mujer al frente de un sindicato en las Pitiusas, pero apenas hemos hablado de propuestas sindicales.

La verdad es que no cambian, porque sigue el mismo modelo laboral. Hace diez o doce años, los objetivos que nos planteábamos eran muy similares a los que nos marcamos para los próximos cuatro años: aumentar nuestra afiliación, fidelizarla con un servicio de calidad y mejorar la representación de delegados sindicales. Queremos más peso en las negociaciones, porque pensamos que nuestras posturas son más favorecedoras para la clase trabajadora. Y sobre todo, luchar contra la precariedad laboral.

Al salir elegida en el congreso, se percibió buena relación con la patronal Pimeef.

Tenemos muy buenas relaciones con todo el mundo, incluidas las instituciones. Esta semana hemos tenido una mesa de diálogo social y mantenemos muy buena sintonía. Le comenté al presidente del Consell [Vicent Marí], que si el PP propone una cosa buena, la vamos a apoyar, igual que si ellos ven viable una nuestra. Es como debe ser, porque esa crispación que hay ahora en Madrid no nos lleva a ningún sitio. Se puede decir lo mismo, pero en otro tono y con buenas palabras, que siempre son mejor recibidas. Cuando las cosas se hacen bien, se dan las gracias. Tanto con el Consell o con los ayuntamientos, o con el conseller Vicent Roig, que nos morimos de la risa cuando nos juntamos. Ellos en su línea de pensamiento y nosotros en la nuestra, pero el trato es exquisito.

Compartir el artículo

stats